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Atascón de lujuria

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Vincent

COMO CHAMORRO tenían mucho y el chicharrón estaba de sobra, las chicas de Sexy Cumbia decidieron irse por algo en donde hubiera mucho más carne de dónde agarrar.

Techy y Anny decidieron caminar por las calles de la Zona Rosa hasta que se toparon con algo que las hizo babear: era grandotote, gruesotote, sumamente caliente y muy jugoso, así que se acercaron para olerlo, agarrarlo y hasta probarlo.

Las personas que caminaban en ese momento por la calle Niza, casi al cruce con Londres, miraban atónitos a ese par de linduras que dejaban al descubierto gran parte de su anatomía debido a lo diminutos y ajustados de sus vestidos, pero también a la peculiar forma en la que se daban gusto con aquél cachote de carne.

Como era de esperarse, los curiosos sacaron sus celulares para fotografiar aquél suculento encuentro, pues sabían que pocas veces en la vida se repetiría la situación.

"De esa carne, quiero con todo", gritó un septuagenario que, después de haberse acercado morbosamente a ver de qué se trataba el asunto, se alejó del lugar para darse valor y gritar su sentir.

Entre risas, las chicas decidieron ponerle mucho más sabor y emoción al momento, así que agarraron un cuchillo y se acercaron a donde estaba aquél hombre, que presumía su gruesa posesión.

Al sentirse intimidado por el filoso utensilio, decidió quitárselos para ser él mismo quien les sirviera con la cuchara grande.

"Aquí tienen dos para echárselos aquí", dijo el joven a las integrantes de Sexy Cumbia, quienes no perdieron el tiempo y dieron de inmediato un gran mordisco a ese trozo de carne envuelto...

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