De Asturias a los pueblos del sur

AutorAdalberto R. Lanz

Para recorrer España a través de la Ruta de la Plata volamos de México a Madrid, y de la capital española hasta Oviedo, y en este lugar de Asturias comienza nuestro recorrido.

Verdor puro

Después de rentar un auto llegamos a nuestro primer hotel: la Torre de Villademoros, una posada de la cadena Casonas Asturianas que se encuentra en el corazón de la campiña. Rodeados de pastizales y algunas ovejas pasamos horas junto a la chimenea disfrutando de buena música y vino.

Al día siguiente paseamos por la costa y hacemos una pausa en Cudillero, un poblado de pescadores que conserva el estilo local de las villas que por siglos han convivido con el mar. Aparte de su encanto pintoresco, Cudillero es famoso por su riquísima gastronomía a base de frutos del mar Cantábrico.

Vestigios romanos

Más tarde llegamos a Gijón. Todo viajero debe recorrer su centro histórico, comenzando por sus termas romanas. Esta ciudad exige subir al mirador de La Atalaya, donde una emblemática escultura monumental de Chillida domina la panorámica del puerto y la marejada que lo guarece.

Dejando Gijón y el Cantábrico a nuestras espaldas conducimos por la enigmática geografía de la comunidad asturiana, compuesta por cordilleras, ríos y verdes angosturas que colman la categoría de pintoresco.

El gótico enloquecedor

Al llegar a la mayor ciudad del Principado de Asturias, Oviedo, nos damos a la tarea de visitar importantes construcciones legadas por el románico, el gótico y el barroco.

Los ovetenses o carbayones (forma respetuosa en la que llaman al roble) presumen de tener una de las ciudades más bellas de España. Basta con caminar por sus calles céntricas para darse cuenta de que están en lo cierto.

La Catedral (gótica) de San Salvador, la basílica de San Julián de los Prados, el Campo de San Francisco y el Hotel de la Reconquista son algunos ejemplos de la pulcritud en los monumentos y espacios públicos de la capital asturiana.

Habitualmente, los centros de las ciudades españolas son de mucho interés para los visitantes y en el de Oviedo se encuentran expresiones notables del caudal monumental español. Ningún viajero debe dejar de visitar el corazón de esta urbe.

En los campos castellanos

Dejamos atrás el verdor asturiano y comenzamos a devorar los kilómetros de planicies castellanas. En León y Castilla prevalece la actividad agrícola; por ello su campiña de escasa vegetación se cubre sólo con grupos de encinas, alcornoques (árbol del corcho) y pálidos lagos de trigo y cebada...

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