No aspiro a Hollywood ni me seduce el poder: Diana Bracho

(Embargada para sitios en internet hasta las 24 horas locales)Fernando FigueroaMÉXICO, D.F., febrero 18 (EL UNIVERSAL).- Cuántas actrices existen en México que hayan dejado una huella profunda en teatro, cine y televisión? Sobran los dedos de las manos a la hora de nombrarlas, pero sin duda Diana Bracho es una de ellas y está, incluso, entre las tres más importantes.La señora Bracho tiene la capacidad para hacer teatro de altos vuelos como Un tranvía llamado deseo (es la única actriz en el mundo que ha interpretado los papeles de Blanche y Stella en esa obra de Tennesse Williams); ganar dos Arieles por coactuación femenina (El castillo de la pureza y El infierno de todos tan temido) y coleccionar premios Tvynovelas por su trabajo en culebrones tan exitosos como Cuna de lobos, Cadenas de amargura y Fuego en la sangre.Todo eso sólo es la punta del iceberg de una carrera artística que incluye destacadas actuaciones en cine y teatro bajo la batuta de directores como Arturo Ripstein, Felipe Cazals, Alfonso Cuarón, Carlos Saura, Héctor Azar, Germán Castillo, Carlos Téllez, Sabina Berman y Francisco Franco, entre otros.A pesar de tal bagaje, recibe y despide al reportero con la misma sonrisa con que da autógrafos tanto a las amas de casa (que admiran a la villana de la pantalla chica), como al amante del teatro que la ha visto ser una María Callas en Master Class.Ahora participa en Espejos, de Annie Baker, acompañada de Nailea Norvind, Ludwika Paleta, Hernán Mendoza y Juan Carlos Barreto.La hija de Julio Bracho interpreta a una maestra de actuación que sólo tiene cuatro alumnos, quienes no se dedican a ese arte sino que llegan atraídos por un anuncio en el periódico y reciben "ejercicios elementales", tal como lo dice ella misma.El reto del estupendo elenco y del director (Diego del Río) es crear personajes que obviamente nunca llegarán a ser buenos actores, pero que en el proceso de aprendizaje se conocen a sí mismos de una manera desgarradora y, al mismo tiempo, divertida (para el público).Frente al espejoBebe un café (latte) en el camerino del teatro Banamex Santa Fe, aunque parecería que toma el elíxir de la eterna juventud. Dice que este trabajo "es diferente a todo lo que he hecho; Espejos es una obra naturalista, inclasificable y muy inteligente. Todo es tan natural que parece que improvisamos, pero no es así".Al mencionarle su capacidad para crear personajes convincentes en teatro, cine y televisión, suelta un encantador y modesto "¿sí...

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