Asistencia desplaza a la cultura

AutorJaime Reyes Rodríguez

Por las condiciones económicas del País y el concepto generalizado de que la cultura y el arte no son necesidades urgentes, las fundaciones en México se han concentrado en la asistencia y el desarrollo social.

Según especialistas entrevistados, las fundaciones mexicanas dedicadas a la cultura carecen de un buen plan de "mercadeo", lo que las ha hecho, de alguna manera, poco atractivas y, como resultado, conforman sólo el 5 por ciento de las más de 7 mil 500 fundaciones en el País.

Además, en México, el término fundación es difuso e impera una falta de información sobre su manejo.

Y aunque existen reglamentaciones, tanto legales como fiscales, no hay un órgano especializado y global en este rubro, a diferencia de otros países, como España y Estados Unidos.

Las fundaciones y la cultura

Lo primero sería, tal vez, responder a la pregunta ¿por qué crear una fundación en el País?

Para Ernesto Becerril, abogado especialista en el tema, las fundaciones son creadas porque se busca que una iniciativa individual se traduzca en un proyecto permanente y trascienda la acción personal, pero también porque su creación permite acceder a beneficios fiscales.

"Por último, y en el caso de corporaciones mercantiles, las fundaciones son formas de relacionar el nombre de la empresa con alguna causa 'socialmente aceptable', lo que permite revalorar a la empresa frente al consumidor", dice.

Las fundaciones también colaboran con el Estado en materia de política cultural, cubriendo aspectos que para el Estado serían muy caros o poco operativos, agrega Emilio Guerra Díaz, coordinador de comunicación del Centro Mexicano para la Filantropía.

Ahora, aunque no es nuevo el tema de las fundaciones, se habla de un reciente crecimiento.

Según Guerra Díaz, el sector filantrópico y las fundaciones están empezando a ser valoradas por la sociedad mexicana como un mecanismo para crear un capital social, entendido como un patrimonio no susceptible a estatizarse ni tampoco a ser usufructuado por un interés particular, sino como un bien en manos privadas para su resguardo y difusión, pero que pertenece a la comunidad.

"Las fundaciones son manejadas con criterios empresariales de costo-beneficio, impacto social, sustentabilidad y desarrollo, de tal manera que la figura de fundación permite que la gente las vea como un medio para preservar y enriquecer el arte y la cultura", añade.

Según Carlos Madrid, presidente de la Asociación de Procuradores de Fondos Profesionales-México, está aumentando el número de fundaciones, sobre todo en las grandes empresas, porque es una forma de consolidar los proyectos de responsabilidad social y canalizar en forma óptima sus recursos.

En realidad, las fundaciones se han beneficiado de los movimientos ciudadanos que en los últimos años han permitido mayor presencia de los grupos sociales y organizaciones no gubernamentales en asuntos de interés general, como ecología, derechos de la infancia, derechos humanos, entre otros, explica Becerril.

"Las fundaciones, como formas de organización social destinadas a coadyuvar la acción estatal, se convierten en nicho de coparticipación y cooperación entre los sectores públicos y privados", opina.

Lo cierto es que, más que una moda, la demanda de servicios para quienes menos tienen es cada vez mayor, sobre todo en tiempos de crisis recurrentes, donde la participación del Gobierno en la atención de necesidades es cada vez menor, o nula, añade Mauricio Sánchez, también abogado especializado en fundaciones e instituciones de asistencia privada.

Pero, si han crecido en número las fundaciones, ¿por qué sólo el 5 por ciento está dedicado a la cultura?

En principio, la figura de fundación todavía es poco atractiva, porque no se conoce con profundidad cómo el sector filantrópico trabaja, y persiste el poco entendimiento sobre su labor, explica Guerra Díaz.

"También porque iniciar, mantener y desarrollar una fundación es una tarea de mediano y largo plazo, y existen en el País pocos profesionales preparados para administrar este tipo de institución", agrega.

Tal vez, lo que haga poco atractivas las fundaciones dedicadas a la cultura y el arte, es que en sus mensajes no concientizan lo suficiente sobre la importancia de éstas en la vida cotidiana del...

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