Asesina, lesiona y se quita la vida
| Autor | José Luis Alejo |
En la entrada de la casa quedó el cadáver de Norma, de 14 años; y sobre una cama de la segunda planta, la mamá de ella, tendida y lesionada con un balazo en el pecho.
Esta fue la escena que ayer por la mañana dejó en un domicilio de Guadalupe, Jesús Rosales García, de 24 años, quien pegó sendos tiros a la menor y su mamá encolerizado por no lograr seducir a la adolescente.
Después de cometer la agresión, alrededor de las 10:00 horas, en la Colonia Torres de San Miguel, el homicida se pegó tres balazos para quitarse la vida. Aunque sobrevivió en el lugar, 10 horas después falleció en el hospital.
La historia no terminó más trágica, si no es porque dos menores testigos salieron corriendo ilesos de la casa del crimen, ubicada por la calle Torre de Pisa.
La víctima fue identificada como Norma Rosa Mena Limas, estudiante de tercer grado de secundaria; y su mamá, como Norma Nelly Limas Arredondo, de 30 años.
Florentino Martínez Rosales, comandante de la Policía Ministerial, informó que Rosales García acosaba a la menor desde los últimos meses del año pasado.
Ayer, a las 9:30 horas, el homicida, quien tiene su domicilio en la Colonia Burócratas Municipales, llegó a la casa de Norma, tocó y pidió hablar con la menor, pero ella no quiso salir. El homicida dijo que la esperaría en un Oxxo ubicado frente al domicilio.
El hombre estuvo esperando unos 10 minutos, pero la menor no llegó y prefirió regresar a la casa de ella.
Rosales García insistió en ver a la adolescente para darle, según argumentó, una carta. Sin embargo, ante la negativa de Norma, entró por la fuerza al domicilio.
En el interior, el intruso desató una discusión por unos minutos (debajo de su ropa, cargaba una pistola calibre .22 abastecida con seis tiros).
La mamá de Norma, alarmada por los gritos que se escuchaban en la sala, descendió desde la planta alta y reclamó al agresor.
Sin embargo, Rosales García no titubeó: sacó la pistola y disparó en el pecho a la mujer.
El ama de casa, al sentirse herida, se llevó sus manos al pecho, subió las escaleras, llegó hasta una recámara y se desplomó en una cama.
Momentos después se escuchó otro disparo. Ahora Norma caía, también con un balazo en el pecho. La menor quedó sin vida, boca arriba, cerca de la puerta de entrada.
La escena había sido presenciada por un joven de 17 años y un niño de 11, primos de Norma. Ellos lograron librarse a tiempo del empistolado al salir corriendo de la casa.
Una niña que también estaba en la casa, hermana de la...
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