Arturo Brizio / De sus palabras

AutorArturo Brizio

El poder del lenguaje es extraordinario. El ser humano posee el privilegio de la palabra para establecer vínculos o incluso, destruirlos. En la actualidad, la tecnología parece haber tomado el sitio que, por tradición, le pertenecería a la comunicación oral, pero aun así, sigue teniendo impacto lo que se escribe. Hace poco conversaba con un amigo que se quejaba del tono irónico de una conversación. La pregunta lógica fue: ¿pues qué te dijo? "Me escribió" y haciendo pucheros extendió el brazo para mostrarme un mensaje de whatsapp. O sea que como diría mi abuela Nocha, no es lo que me dijiste sino el tono, muy importante, ¡el tono! en que lo hiciste. El futbol tiene sus códigos para comunicarse, pero nada resulta tan difícil de entender como las conferencias de prensa después de los partidos. En ese sentido, vienen a mi mente los discursos de los encumbrados políticos en tiempos del partido hegemónico. En un lenguaje hermético lanzaban consignas que luego el periodismo debía encargarse de traducir a los de a pie. Hubo también etapas de entrevistas banqueteras, otra época donde solamente se leía lo que aparecía en el teleprompter, pasando luego a espacios más íntimos con preguntas a modo y una gran difusión. Hoy, hasta con un "baño de sangre" amenaza un candidato si pierde la elección. El grave problema es que el encargado de lidiar con las preguntas de los reporteros, normalmente el entrenador, no ha sido adiestrado para ello. Además, generalmente el perdedor, viene de más de 90 minutos de una presión extrema, que solo puede entender aquel que se ha...

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