Artista plural

AutorTonatiúh Rubín

Adentrarse en el taller de Alberto Gutiérrez Chong desafía las expectativas sobre el recinto de un artista.

Para el trabajo del profesor de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda del INBA, bastan tres mesas que sus estudiantes ocupan para desarrollar proyectos artísticos multimedia, área en la que fue pionero en los años noventa.

En su espacio, desprovisto de óleos, lienzos y caballetes, destaca la mesa de madera que no quiso abandonar cuando la escuela mudó su sede de la colonia Guerrero al CENART en 1994.

"Le digo a los trabajadores 'aguas, que se mueve'. Aquí faltan mitos de fantasmas como en San Carlos", bromea el egresado de la ENAP de la UNAM.

A temprana edad, Gutiérrez Chong fue seducido por el arte, en especial por la pintura.

"Me gustaba pintar y tenía todo mi cuarto pintado con lo que se le ocurre a un joven sesentero todavía inmaduro: arte psicodélico, pop y raro", recuerda el artista, quien ha participado en más de 30 exposiciones colectivas e individuales.

En 1969 se matriculó en la ENAP, aún en la Academia de San Carlos.

"Cuando entré a formarme parecía que estaba en el siglo 17 todavía. Paul Klee y Kandinsky fueron los primeros en escribir sobre arte moderno y eso me atrajo mucho", relata el encargado de las asignaturas Taller de producción y Teoría del arte de los siglos 19 y 20.

"Aparte de la violencia, el fenómeno del arte es impresionante en el siglo 20. Llaman mi atención los movimientos de ruptura, como el Dadá o el arte conceptual inglés y norteamericano de los ochentas", indica.

En su faceta creativa, Gutiérrez Chong se identifica como un artista plural.

"No trabajo con una técnica, un estilo, ni una tendencia, soy muy amplio. Para mí es...

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