El arte revive al pueblo fantasma de Chacchoben

- El proyecto Pueblerismo, de la muralista Carmen Mondragón, cambió el sitio acostumbrado a la basura, al crimen y a la miseria; ahora busca impulsar más servicios y culturaOmar Paredes, enviado

CHACCHOBEN, QR., mayo 28 (EL UNIVERSAL).- "Tierra de nadie y un pueblo fantasma, eso era Chacchoben", dice la mujer de la tienda, quien sin presentarse asegura que antes de que llegara el proyecto Pueblerismo, lo único que se veía por las calles de la localidad eran hombres ebrios, basura, miseria y crimen.

En Quintana Roo, Chacchoben está ubicado en las entrañas de un lugar húmedo y tropical, alejado de las ciudades principales y de la inmediatez de servicios especializados de salud, pero, sobre todo, de la atención de las autoridades estatales. El acceso no es tan complicado, pero llegar a Chacchoben puede tomar dos horas y media desde la capital del estado y la única forma de entrar es por la carretera federal 307, que va de Chetumal a Cancún, autopista que tiene salida a Northern Highway, una de las importantes vías que conectan a México con Centroamérica.

A la altura de la comunidad de Limones, la 307 conserva su número de identidad, pues una vez que se está en el camino de acceso a Chacchoben ?y el único pavimentado del pueblo?, las calles y avenidas no tienen nombre. Los mapas impresos y digitales dan referencia de un sitio que es cercano a las ruinas mayas del mismo nombre, pero nada más.

Allí, las casas son sencillas y están construidas sobre la tierra y entre los árboles, algunas apenas tienen suficiente espacio y servicios básicos, mientras otras parecen estar a la espera de que el viento acabe por romperlas dejando sólo escombros y recuerdos.

Los niños caminan descalzos sobre la tierra caliente, a los más afortunados se les ve con huaraches, mientras algunos otros sólo asoman la mirada por la ventana, como si callasen algo.

La comunidad se sustenta principalmente de la actividad chiclera, heredada de los pueblos mayas establecidos en esa región desde la época prehispánica y del turismo de la zona arqueológica de Chacchoben, con la venta de artesanías y objetos hechos por los propios habitantes.

En mayo de 2016, en la Fiesta Patronal de San Isidro Labrador, Elda Victoria Reyes, habitante de Chacchoben, pidió a su amiga, la muralista Carmen Mondragón, pintar "aunque sea" unas mariposas en la fachada de su casa, con la intención de dar un poco de vida a una de todas las viviendas del poblado que conservaban hasta ese entonces el color de la...

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