Arte erótico con cantera

Fotos y texto Ricardo Castelán

Desde los tiempos prehispánicos, el molcajete y el metate han sido instrumentos simbólicos en la cocina de los hogares mexicanos, pero estos importantes utensilios destinados a hacer las tortillas y las salsas, han sido el elemento de una familia para crear obras de arte.

Hugo Nájera Buendía, cantero del Barrio de San Lorenzo, Municipio de Chimalhuacán, Estado de México, no se ha limitado a fabricar los artículos domésticos, pues ha buscado que sus piezas posean una singularidad erótico-artística.

Siguiendo una tradición familiar, Hugo fue enseñado por su padre a trabajar la cantera con el martillo y cincel para ganarse la vida.

"Ya te casaste tienes que mantener, agarra tu martillo y tu cincel", le dijo su padre a Hugo, para aprender el oficio de cantero.

Así fue que el joven aprendió de su progenitor y sus empleados las técnicas básicas de la cantería.

Martillazo tras martillazo y machucón tras machucón, fue como aprendió a hacer losetas para piso y metates tradicionales.

En sus comienzos, Nájera elaboraba los tradicionales molcajetes con cabeza de cochino, pero un día uno de sus maestros, el escultor Jorge Díaz, lo motivó a...

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