El arte de la emancipación
| Autor | Rebeca Pérez Vega |
Manuel Moreno (1949-2014) fue un artista sin ataduras, ni fronteras, empezó a pintar desde los seis años, porque vivía en un entorno artístico, su padre era cronista y pintor, por lo que desde entonces no soltó los pinceles.
Interesado en el amor, la vida y la muerte, el creativo exploró terrenos tan diversos como el futurismo, el erotismo, la sexualidad y el surrealismo, pero siempre bajo la batuta de la libertad, de la producción sin restricciones.
El artista tapatío falleció hace siete años y poco a poco su legado se volvió borroso, su obra quedó en el olvido colectivo. Ahora regresa con la exposición "Manuel Moreno: Memoria Visual", que hace un recorrido por las que fueron sus inquietudes y constantes inspiraciones, en las que nunca negó su homosexualidad y que produjo en la etapa más álgida de la pandemia del VIH.
"Manuel era un hombre libre, su obra era emancipada, nunca se censuró, produjo lo que quiso, quizá uno de los costos que pagó fue no tener el reconocimiento de otros artistas.
"Produjo en medio de la crisis del Sida, su obra vale muchísimo la pena porque habla justo de la libertad, de la aproximación a los cuerpos en una época en la que el Sida le estaba diciendo a todo el mundo que no se relacionara", advierte doctor en ciencias sociales y estudioso de la obra de Moreno, Paulo Gutiérrez.
Moreno creó todos los días de su vida, fue un pintor muy prolífico, que evolucionó en su discurso creativo.
"Manuel fue un pintor que cambió a través del tiempo, que evolucionó en su propia subjetividad, en su manera de acercarse a la creación, a la interpretación", relata su viudo, Agustín Verduzco.
El pintor y dibujante nació y murió en Guadalajara. Fue protagonista de más de cien exposiciones. Mostró su trabajo en recintos como el Museo Cabañas, la Casa de la Cultura Jalisciense, el Ex Convento del Carmen y el Museo Regional, así como en las desaparecidas Galería Municipal Torres Bodet, el Centro de Arte Moderno y el Instituto Jalisciense de Bellas Artes. Su obra está dentro del catálogo de la Colección del Pueblo de Jalisco.
Aunque no formó parte de ningún círculo artístico, se relacionó con distintos personajes del gremio, entre ellos Alberto Gironella, Paul Leduc, Dolores Olmedo y Raúl Anguiano.
Una de sus exposiciones más importantes fue "Transmutaciones", que durante 1982 itineró por Nueva York, Monterrey, Guadalajara y terminó en el Polyforum Cultural Siqueiros, de la Ciudad de México. Para la inauguración el artista invitó al...
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