Arropan fieles a la Morenita

A lo largo de 130 kilómetros, José y Gerardo soportaron el dolor de sus ampollas, frío, hambre, sed y los peligros de la carretera, para poder visitar a la Guadalupana.

Gerardo Méndez, de 61 años, relató que ha perdido la cuenta de las peregrinaciones que año con año realiza desde la Colonia El León, en Atlixco, Puebla, hasta la Basílica.

Las ampollas de sus pies reventaron tras 36 horas de andar, en una ruta que incluye las inmediaciones del Paso de Cortés, que lleva al volcán Popocatépetl, y Amecameca.

Una estatuilla de la Virgen se asomaba en la mochila que carga, junto con una bolsa de dormir, agua, naranjas y unas tortas.

A su lado siempre estuvo su hijo, David, de 20 años, con quien improvisó techos debajo de los árboles para protegerse de la bajas temperaturas.

Por la avenida llegaban autobuses enteros de personas uniformadas de azul, verde, rojo, pero todos con el escudo de la Virgen del Tepeyac.

Entre camiones adornados con papeles multicolores y grupos de ciclistas guadalupanos se encontraba José Flores, habitante de Palmar de Bravo, Puebla...

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