Arranca taquería

AutorRebeca Pérez Vega

Unos tacos muy doraditos y crujientes se le llevan de inmediato a un par de comensales. Salsa picosa, cebollitas doradas y chiles toreados acompañan las viandas, en la taquería que tiene apenas unos días de haber abierto al público sobre Avenida Vallarta 1095, esquina Argentina.

Ni los clientes ni los meseros a los que se les pregunta saben que el inmueble en donde hoy está la taquería, dedicada a los tacos de barbacoa, es la Casa Robles Castillo, construida en 1927, como uno de los primeros proyectos arquitectónicos de Luis Barragán, el único mexicano en ganar el Premio Pritzker, calificado como el Nobel de la Arquitectura.

El tapatío tenía apenas 25 años cuando proyectó esta finca, en la que se expresaban sus intereses formales. Había influencias de la arquitectura mediterránea y un estilo propio que rompía con las formas afrancesadas que predominaban en la Guadalajara de principios del siglo 20, ha narrado el experto en patrimonio, Ignacio Gómez Arriola.

Barragán dejó una treintena de inmuebles en Guadalajara, catalogados de Valor Artístico Relevante, que tienen protección por ley, por lo que se debe mantener y restaurar, para conservar sus trazos originales.

Pero la Casa Robles Castillo no había tenido mucha suerte a pesar de la protección de ley, hace algunos meses se convirtió en una sucursal de una franquicia de comida rápida.

Se tapó la fachada con un toldo, se construyó una rampa de concreto en el ingreso principal y se colocaron unos vidrios en la terraza, aunque la empresa de franquicias no pidió permiso, recibió un par multas y el Ayuntamiento de Guadalajara terminó por clausurar el establecimiento.

Tras meses de abandono, una taquería se...

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