ARQUITEXTOS / ¿Al fin?

AutorVíctor Jiménez

Hace tiempo me ocupé aquí de la paradójica irrelevancia del Museo de Antropología de Mérida, dada la magnitud de la cultura maya. El caserón porfiriano que lo aloja contiene unas pocas piezas arqueológicas en la planta baja, nada notables, y una draculesca sección colonial en la alta. El contraste con el Museo de Antropología de Xalapa no puede ser mayor: el edificio que el gobernador Acosta Lagunes encargó en los años 80 al despacho de los sucesores de Edward Durell Stone es sin duda el mejor que se haya hecho en México para estos fines (sin demérito del Nacional de Antropología). El conjunto de la imponente perspectiva del espacio escalonado que desciende desde el acceso, con las salas de exhibición a un lado alternándose con patios llenos de vegetación donde también se ubican esculturas como las cabezas olmecas, más la excelente jardinería exterior, hacen la debida justicia a la insuperable colección (pese a la mala calidad de la museografía actual, muy inferior a la original).

El gran museo veracruzano merece sin duda una mejor promoción tanto por su valor arquitectónico como por su contenido, y nos hace reflexionar en que las mejores obras no son necesariamente las que figuran en el canon oficial. La oficina de Stone nunca fue muy elogiada, pero siempre llega el momento en que un edificio puede defenderse por sí mismo sin el apoyo del equivalente arquitectónico de la "vida literaria", que Balzac retrató de manera tan devastadora (la "vida literaria" y la literatura no son lo mismo, sino cosas opuestas).

Cuando se visita el museo de Xalapa queda claro que nuestra crítica e historia de la arquitectura mexicana están en la inopia, lo que lleva a reflexionar sobre el mal que nos ha hecho que unos pocos arquitectos hayan monopolizado prácticamente toda la arquitectura oficial en casi un siglo. Cada uno se apodera de ese mercado durante 30 años, imponiendo un monocultivo de formas que empiezan a salírsenos por las orejas sin remedio: 30 años de ladrillos horizontales, 30 años de mármol macheteado, 30 años de concreto picoteado...

El reciente anuncio de la creación del Gran Museo de la Cultura Maya en Mérida y de un Palacio de la Civilización Maya en Yaxcabá podría ir...

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