Aroma rojinegro

AutorRaúl Guzmán

REFORMA / Enviado

MEDELLIN.- Un triunfo basado en el coraje, sacrificio y buen futbol fue el que sacó anoche el Atlas en esta ciudad para colocarse momentáneamente como líder de su grupo dentro de la Copa Libertadores, al derrotar 3-2 al Atlético Nacional.

El Estadio Atanasio Girardot fue testigo de un encuentro jugado por los tapatíos de manera inteligente, pero sobre todo con una entrega que no cesó y que llevó a los 10 hombres, por la expulsión de Juan Pablo Rodríguez al minuto 73, a batirse como verdaderos guerreros para conseguir el primer triunfo de los Rojinegros en una Copa Libertadores.

El inicio fue quizás el peor momento de los Zorros en todo el partido, con muchas equivocaciones que denotaba nerviosismo entre los hombres mexicanos y cuando parecía que se sacudían la presión, Nacional se puso al frente por obra de Tressor Moreno, a los 28', quien ingresó de cambio obligado por la estrella del conjunto "Verdolaga", Víctor Aristizábal.

Pero las cosas apenas empezaban y los pupilos de Ricardo La Volpe no estaban dispuestos a regresar a Guadalajara sin puntos en la bolsa, así que en una gran jugada de triangulación lograron el empate con gol de Miguel Zepeda, al 43'.

Es un hecho que la habilidad de los delanteros locales obligó a la última línea atlista a cometer varios errores, lo que les costó a los visitantes perder el empate a un minuto del final de la primera mitad.

Aproximadamente 30 mil aficionados pintaron de verde las tribunas del inmueble ubicado cerca del centro de la ciudad, saltando y cantando de principio a fin para ponerle el toque de fiesta al encuentro.

Vinieron entonces los cambios ordenados por La Volpe, sacando a Hugo Castillo y a Daniel Osorno, quien atraviesa por una evidente baja de juego, para refrescar su ataque con Jorge Santillana y Ailton Da Silva.

El premio al refuerzo visitante se dio cuando Miguel Zepeda se tuvo fe y disparó con fuerza para batir al arquero propiedad del Pachuca, Miguel Calero, a los 64'.

La oleada verde no se hizo esperar, pues como anfitriones tenían la obligación ante su público de hacer el gasto, pero el muro defensivo atlista se reforzó y ayudado por una excelente actuación del portero Erubey Cabuto, despejó todo lo que oliera a peligro en su área.

Aunque en honor a la verdad es justo decir que los mexicanos contaron con suerte, pues un par de disparos...

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