Armando Casas / Las paradojas del cine

AutorArmando Casas

Dentro de la natural sorpresa, indignación y enojo de varios sectores de la comunidad por la propuesta de Hacienda respecto al cine nacional, que evidencia el verdadero rostro del actual gobierno frente a la cultura, encuentro algunas paradojas.

La más obvia se ha repetido muchas veces porque parecía un mal chiste: el mismo día en que aparecen en esta misma sección las declaraciones de la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes afirmando toda una política de apoyos al cine mexicano, en la sección principal de este mismo periódico se podía leer sobre la "venta" de Imcine y los Estudios Churubusco. Problemas de la falta de comunicación.

Cuando el Presidente de la República dedica unas cuantas líneas en su último Informe de Gobierno a "lo exitoso que ha sido el cine mexicano por haber ganado tantos premios" (única mención sobre la cultura que hace junto con la creación de una Mega Biblioteca), el Ejecutivo Federal, a través de su Secretario de Hacienda, pone de manifiesto, dos meses después, que este Gobierno no entiende qué es el cine, ni le interesa. Ni como industria (generadora de empleos), ni como cultura (reflejo de una identidad nacional), mucho menos como arte. Esta situación ha prevalecido durante todo el sexenio y es herencia de los gobiernos salinista y zedillista pero ahora se quita la máscara: "ya que no se produce cine en México, para qué seguimos manteniendo lo que queda".

Al igual que con el fomento a la lectura, las declaraciones de los funcionarios sólo han sido demagogia añeja y tramposa que ni siquiera ha servido para quedar bien un día, en una cena de gala, por ejemplo, con algunos escritores o cineastas. Qué se puede esperar de un presidente que se jacta públicamente de no leer y de no haber asistido al cine hace más de 20 años.

No es un asunto de falta de recursos esencialmente. Mantener a un ex Presidente es más costoso que el presupuesto asignado al Centro de Capacitación Cinematográfica. Tiene que ver más bien con disposición política. En países con una economía muy similar a la nuestra, como Brasil, Argentina...

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