Entrevista / Armand Marie Leroi / Los rumbos equivocados de la genética

AutorJesús Pacheco

Observemos un poco a nuestro alrededor... Donde sea que posemos la mirada -siempre y cuando nos hallemos en un lugar público, por supuesto- veremos algún tipo de mutación, una a la que ya estemos habituados. Hay una mutación genética para el cabello de los pelirrojos, para la obesidad, para el albinismo o la sordera, para los pies pequeños o para los genitales deformes o sobredesarrollados... Una manera de entender el desarrollo humano -o de aproximarse a su entendimiento- es estudiar las formas grotescas que aparecen cuando la naturaleza se encamina por rumbos equivocados.

Esa fue la motivación de Armand Marie Leroi (Nueva Zelanda, 1964), quien convirtió una frase de Ovidio ("Mi mente desea hablar de cuerpos que cambiaron a otras formas") en el lema de sus esfuerzos como biólogo evolucionista. Una parte de sus investigaciones científicas, las plasmadas en Mutantes (Anagrama), está dotada de preocupación por el sufrimiento de los otros que, combinada con su apreciación estética de los caprichos o errores de la naturaleza, ha logrado convertirlo en un compasivo conocedor de la deformidad, descripción que ha utilizado él mismo para referirse a Goya.

Mutantes es un libro sobre la creación del cuerpo humano que pretende dar una respuesta, que se admite provisional e incompleta, a la pregunta de cómo llegamos a ser lo que somos. Sabemos que el cuerpo humano es producto de los genes, o por lo menos, que ellos contienen la información necesaria para que las células de un embrión puedan construir las partes del cuerpo. Leroi sostiene, al igual que Steve Jones, autor de The Language of the Genes (Harper Collins, 1993), que la genética es un lenguaje en el que los genes constituyen el vocabulario, que poseen una peculiar gramática para ordenarse y cuya literatura consiste en las miles de instrucciones necesarias para crear un ser humano. Pero Leroi aclara que hubo algo que le faltó decir a Jones: que el lenguaje de los genes es en gran medida ininteligible.

Tras atestiguar los experimentos realizados para descifrar e interpretar el genoma, y él mismo estudiar miles de mutaciones en moscas de la fruta o gusanos, Leroi vio necesarias otras formas de desentrañar los cambios bruscos en la evolución genética. Así se dispuso a encontrar mutantes para su libro. Rastreó en la literatura, la mitología y la historia, y halló casos como el de las siamesas Ritta y Christina Parodi, dos francesas inmortalizadas en los grabados de Étienne Serres; de personas con...

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