'Arman' a policías con oraciones
| Autor | Georgina Montalvo |
ACTOPAN, Hgo.- "Hoy vamos a hacer lo que hacemos todos los días: agradecerle a Dios por nuestro trabajo, por nuestras familias y el que nos regrese con bien a nuestras casas", dice el director de Seguridad Pública de Actopan, Juan Manuel Vizzuett Montufar.
Cede la voz al pastor evangélico José Huerta. Él pide a los oficiales repetir la frase principal de la oración del día: "Anímate y animémonos. Trabajemos por nuestra ciudad y por nuestro Dios".
Aunque se escucha a hombres y mujeres orando, no se trata de una iglesia. No hay púlpito ni imágenes religiosas, sólo tres filas de policías a las 8:30 de la mañana en el patio frío y húmedo de su corporación.
El clímax de los 20 minutos que dedican a la oración llega con los acordes de una guitarra que toca un oficial. Todos rematan: "Llévame allá donde sé que habrá paz, donde tengo que callar para escucharte hablar".
Es el cambio de turno. Se van a casa 35 policías que las últimas 24 horas se encargaron de cuidar a los 52 mil habitantes de Actopan y entran otros 35.
Los que han llegado escuchan instrucciones del comandante Vizzuett.
"Estamos poniéndonos en las manos de Dios, pidiéndole que transforme nuestra ciudad. En años anteriores estuvo asentado el crimen organizado, los Zetas; la actitud que han adoptado los compañeros ha sido buena, han decidido servir, no ser servidos", comenta al terminar.
En marzo de 2013, la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió una recomendación a la corporación por violaciones al derecho de libertad de creencias y culto, pero Vizzuett sostiene que no se trata de imponer una religión.
Jorge Simón de la Cruz, jefe del Grupo S1, llamado así en referencia al salmo 1 de la Biblia, apunta: "Yo soy de una iglesia judeo cristiana, pero aquí habemos mormones, católicos. Únicamente es la oración para que cuando salgamos a trabajar, que sepamos que Él va a estar con nosotros, nos va a cuidar".
Desde hace más de seis meses, subraya Vizzuett, se ha logrado bajar los índices delictivos y los policías salen más seguros a trabajar.
La oración, dice, ha servido para lidiar con la angustia que implica la profesión.
"Hemos confiado en autoridades superiores, en lo que están más arriba de nosotros, pero realmente hemos llevado malas experiencias. Ahorita lo único que hacemos es confiar en Dios", apunta.
Se refiere al caso de un presunto secuestrador y homicida que...
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