Arman en casa el festejo infantil

AutorPaulo Alvarado

Desde el domingo, Mauricio Torres Rangel no había salido de su casa. Hasta ayer, cuando recibió sus juguetes a domicilio para celebrar un extraordinario Día del Niño.

Con cubrebocas, el pequeño de 9 años recibió un par de Transformers que un repartidor de la juguetería Julio Cepeda de Gonzalitos llevó hasta la puerta de su casa.

"Para no exponerlo, no había salido desde el domingo. Ni siquiera a aquí, al porche", explica la madre del niño, Patricia Rangel Pérez.

Cuando las clases se suspendieron, la noche del domingo, el chico de la Colonia Lago de Chapala, en San Nicolás, se dedicó a jugar en su computadora, con algunos viejos juguetes y a repasar algunos apuntes de tercer año de primaria.

"Para su edad, es un niño maduro. Todo lo ha tomado con mucha seriedad. Está acostumbrado a tener cuidados, pues tiene una deficiencia de digestión en su intestino desde que tenía un año".

Como Mauricio, miles de niños regios pasaron ayer su día en casa, encerrados para evitar un contagio por el virus de influenza porcina, ahora llamado oficialmente por la OMS influenza A H1N1, que ha modificado la conducta de la Ciudad.

"Otros años íbamos al parque o al cine, pero este año no se hizo. Estamos en casa", expresó Teresa González de Angulo, madre de tres niños de 4, 6 y 8 años.

"Ni siquiera estamos pidiendo comida a domicilio y lo más lejos que hemos salido ha sido a la banqueta", puntualizó la vecina de la Colonia Residencial Santa Bárbara.

Para compartir la fiesta, los dos hijos de Synthia Guillén de Salazar se reunieron con unos amigos en casa, para compartir algunos juguetes...

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