Arma divertimento con filmes clásicos

AutorFrancisco Morales V.

Incrédulas, con sus maletas en mano, las mujeres de Humphrey Bogart, Tom Waits y Marcello Mastroianni miran el tablero de vuelos cancelados y, de súbito, se reconocen varadas en Nueva York.

Todas de rojo, con vestidos que delatan la época de la que provienen, las tres imaginan las caras que pondrán sus arquetípicos galanes -ellas, también, arquetípicas bellezas- ante la ausencia imprevista.

Son las tres protagonistas de Soundtrack. Cabaret fílmico, puesta en escena de Luis Martín Solís que combina el benshi japonés (forma de narración en vivo de películas silentes) con teatro y canto.

En palabras del director, el montaje es casi una excusa, un divertimento necesario, para juntar en el mismo lugar la música de películas que le apasionan: Casablanca, de Michael Curtiz; Bajo el peso de la ley, de Jim Jarmusch, y 8 1/2, de Federico Fellini.

A la historia de las tres heroínas ficticias, las amantes de los protagonistas de cada cinta, se suma la proyección en vivo de secuencias fílmicas, con narración y sonido provistos en el escenario, e interpretaciones de las canciones clásicas.

Una vez resignadas a su aprisionamiento, a causa de una nevada que les impide llegar a su destino, las tres deciden compartir un cuarto de hotel, unas copas y, por supuesto, anécdotas que se intersectan con la trama de cada filme.

Para Sofía (Victoria Benet) ,la frase "Siempre nos quedará París" ha dejado de ser rentable, por lo que se dirige a la...

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