Arizona: Tierra, viento y sabor

AutorCarla Guerrero

Fotos: Ricardo Vargas

MURAL/Enviados

Al típico cuento de vaqueros con pueblos fantasmas y reservas indias no le vendría mal un par de escenas ambientadas en los pasajes naturales de Arizona. Más allá del Gran Cañón, Arizona intercala en su vasto territorio cráteres gigantes, bosques petrificados y puentes naturales.

Todos cobijados por cielos de azules intensos y nubes aborregadas que hacen que estos lugares cobren dimensiones impresionistas.

Un claro ejemplo es Sedona, cuyas montañas de diversas tonalidades rojizas y formas caprichosas sirvieron de marco para la filmación de películas western allá por los 50.

Posee uno de los paisajes más bellos del estado, al que se le atribuyen fuerzas psíquicas y espirituales en torno a sus montes de arena.

Los simpatizantes del new age que se han asentado en la zona aseguran que la montaña Bell Rock provee de energía eléctrica a quienes la tocan, mientras que la Cathedral Rock despide una fuerza magnética calmante. De ahí la proliferación de comercios de cuarzos, establecimientos de reiki y yoga.

Cierto o no, lo mejor es rentar un jeep e ir a las faldas de sus montes para contemplar la ciudad de lejos, o bien recorrer el Cañón de Oak Creek rodeado de robles y cascadas donde se puede pescar.

Las compras se hacen en Tlaquepaque, un complejo de tiendas y restaurantes que simulan un pueblo mexicano con sus patios y fuentes, y donde se vende artesanía a precios elevados.

El recorrido por carretera continúa con una parada obligatoria en el Puente Natural de Tonto, el más grande del mundo, con 46 metros de ancho y 56 metros de altura. Está hecho de roca caliza y fue formado a partir de la erosión que provocó el correr del río Pine Creek. En las paredes del puente se aprecian algunas plantas fosilizadas además de que es el mejor lugar para la observación de águilas calvas (www.azstateparks.com).

Un bosque de piedra

Imagine hallar pedazos de troncos gigantes petrificados o ramas tan duras como cuarzos y amatistas en tonos rojos, amarillos y violetas.

Se trata del Parque Nacional del Bosque Petrificado, sitio que tiene la mayor cantidad y variedad de maderas hechas piedras en el mundo.

Hace 225 millones de años, los ríos arrastraron árboles caídos de lejanas montañas, depositándolos en terrenos pantanosos. Aquí los minerales disueltos reemplazaron las células de la madera y poco a poco se transformaron en jaspe, ágata y otras piedras semipreciosas.

Hoy día es un recinto protegido en un espacio abierto al que se...

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