Tiempo de Negocios / Más argumentos de la industria farmacéutica contra el veto presidencial a la ley de salud

AutorDarío Celis Estrada

El Gobierno federal determinó aplicar el veto al requisito de planta contenido en el artículo 222 de la Ley General de Salud, bajo el argumento de que con ello tanto el IMSS como el ISSSTE obtendrán una serie de ventajas.

Supuestamente las dependencias que manejan Santiago Levy y Benjamín González Roaro se verán obligadas con esta reforma a comprar medicamentos únicamente de productores que acrediten tener la licencia sanitaria de fábrica.

Y es que sobre todo Economía, de Fernando Canales, cree que con ello sólo las empresas que cumplen con ese requisito pueden suministrar productos, lo cual es una falacia porque no hay antecedente de desabasto por ese concepto.

La industria, agrupada en la Canifarma que apenas dejó José Luis Román-Pumar, la AMIIF que capitanea Víctor Manuel Migueles y la ANFAM que conduce Mauro Lara, rechaza los razonamientos de las autoridades.

Otra imprecisión que se indica es que disminuirá el padrón de proveedores con esta nueva figura, toda vez que los suministradores de medicinas importadas que abastecen el mercado son justamente compañías con plantas aquí.

Aquellos no sólo garantizan la calidad de los productos y su disponibilidad, sino también la generación de cientos de empleos, al tiempo que propician una importante derrama económica por su operación.

Asimismo, se argumenta que es posible que las instituciones de seguridad social puedan adquirir medicamentos de un laboratorio en el extranjero a un precio notoriamente inferior a los de la industria nacional.

Sin embargo, esa posibilidad estaría latente, siempre y cuando el Ejecutivo se esté refiriendo a precios que pudieran estar ofreciendo las industrias de China, India o Corea, de las cuales algunas juegan con la calidad para competir ventajosamente.

Se habla de países que poseen subsidios para su fomento y exportación y que cuentan con mano de obra e insumos baratos, elementos que han llevado a la ruina en México a sectores como el textil, calzado y juguete.

La industria formal sostiene que es incorrecto afirmar que el requerimiento de licencia sanitaria de fábrica o laboratorio es una modificación al estatus de la regulación sanitaria, ya que hace más de dos décadas que ha estado vigente.

Lo anterior no ha afectado para nada el abasto. Encuestas reportadas en el segundo semestre del 2003 por el IMSS y el ISSSTE reflejan un abasto mayor del 90 por ciento en forma oportuna, sin impacto oneroso al gasto de esas instituciones.

Se distorsiona la realidad cuando se...

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