Argonáutica / El poder de Molotov

AutorJordi Soler

"Cuando era chico quería ser como Superman, pero ahora ya quiero ser diputado del PAN, o del PRI o del PRD, o cualquier cosa que tenga un poco de poder". Así empieza la canción Hit me (Pégame), del álbum nuevo de la banda Molotov, que anda en estos días de gira por Europa. Hit me es, según ilustra la portada del disco, la segunda parte de la controvertida canción Gimme tha power, aquella que hablaba de los abusos de nuestros gobernantes y que fue censurada (desde luego por nuestros gobernantes) en su tiempo. La canción, como casi todo lo que toca la censura del Gobierno, se convirtió en un éxito.

Durante la gira de aquel disco Molotov se presentó en Festimad, el concierto múltiple y multitudinario que se celebra cada año en las afueras de Madrid. Ahí vimos, quienes los acompañábamos entonces, como miles de españoles, bajo una lluvia torrencial, gritaban consignas que se sabían de memoria, tan disparatadas en ellos como esta: "¡Viva México Cabrones!".

Aquella exitosa presentación de Molotov se repitió este año en idénticas circunstancias y también se trasladó, unos días después, a Barcelona, la ciudad desde donde escribo estas líneas, luego de verlos y oírlos en la compañía de Olallo y Rulo, mis hermanos de radio.

El público, para empezar, era un delirio, había un eslam salpicado de banderas mexicanas dentro del cual se hablaba en catalán y se respondía a los coros de la banda en perfecto mexicano. La idea obvia que nacía de ahí era la de la universalidad, Molotov vende miles de discos en varios países cuyos habitantes se aprenden sus letras, que al margen de sus líneas estentóreas, cuentan cosas...

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