Entrevista/ Argentina: Beatriz Sarlo/ La identidad deshilachada
| Autor | Enrique Portilla Fuentes |
REFORMA / Enviado
BUENOS AIRES.- La más sofisticada y perversa de las dictaduras militares, la derrota en la Guerra de las Malvinas, los descalabros económicos, el poder literalmente en la calle. Sólo tres décadas para este cúmulo de experiencias extremas en Argentina. Beatriz Sarlo, la más prominente crítica argentina, habla sobre este contexto cultural de los últimos 30 años en el país austral.
¿A qué le refiere el concepto de tribalización cultural, de Mafessoli, en el contexto argentino?
Me refiere a la fractura de identidades que en la crisis actual que atraviesan las naciones latinoamericanas, se acentúa.
La fractura de las identidades, en el caso argentino, es el quiebre de lo que fue el eje de la identidad en el Siglo 20, constituido por un imaginario que aseguraba plena alfabetización, pleno empleo y derechos de ciudadanía; un imaginario que estaba sustentado también sobre un Estado que, aunque con dificultades y de manera deformada y dependiente, aseguraba las instituciones para que esos puntos del imaginario se realizaran. Esto es lo que se fractura en los últimos años en la Argentina y lo que por tanto produce la señalada crisis de identidad.
¿No hay contradiccón entre esa tribalización y otra de las banderas culturales de la posmodernidad que es la globalización justamente cultural e incluso identitaria?
La llamada globalización cultural es la constitución de un mercado mundial donde circulan más o menos universalmente el mismo tipo de mercancías simbólicas. Encienda el televisor aquí en Argentina o en cualquier país latinoamericano; hay una oferta de canales que tienen una verdadera marca global, y aquí habría que subrayar que en la Argentina, de manera legal o irregular, el 90 por ciento de la población recibe televisión por cable. El mercado mundial de bienes simbólicos es una tendencia irrefrenable.
Esto supone también una nueva categoría de pertenencia, ¿cuáles serían los rasgos característicos de esa pertenencia en la Argentina actual?
La Argentina es un país que vivió una dictadura militar, posiblemente la más perfeccionada en su carácter sanguinario entre las de América Latina, la más perversa, que inventó incluso una categoría como la de "desaparecido". Y junto con esa dictadura militar, buena parte del pueblo argentino se comprometió en una guerra "territorial-patriótica". Afortunadamente esa guerra se perdió y la sangre de los soldados argentinos, en vez de redimir un territorio de dudosa propiedad, sirvió para la entrada de la democracia. Entonces convengamos en que la fórmula dictadura militar sanguinaria + guerra "patriótica" perdida constituye un golpe muy fuerte a ciertas formas nacionalistas de la identidad nacional. Ahora bien, había otras formas que no eran estrictamente nacionalistas desde ese punto de vista, y eran las que estaban ligadas con el imaginario al que me refería al comienzo de esta conversación, basado en pensarse un país más culto, mejor preparado para el mercado del trabajo y con más beneficios ciudadanos que el resto de los latinoamericanos.
En estos días, usted habrá podido registrar el carácter "autohumillado" con que se percibe esta sociedad. Y se percibe de esta manera no solamente por la secuela de fracasos económicos estentóreos que ha vivido Argentina, sino porque se ha roto ese principio de superioridad que creía tener con respecto del resto de América Latina (y que en algunos puntos tenía: pleno empleo, mercado del trabajo, un movimiento sindical con poder real o el hecho de que la escuela hubiera incorporado universalmente a hombres y mujeres muy temprano en el Siglo 20, eso sí existía)
Entonces, ese imaginario es el que se ha roto. Y ciertamente, se generaban orgullos intolerables, pero también daba como consecuencia una ventaja diferencial de Argentina, de vivir en Argentina, en relación con otros países del tercer mundo.
La zona nacionalista de la identidad nacional recibió su golpe con la perdida Guerra de las Malvinas, y la zona de identidad que está marcada por la inclusión en el mercado del trabajo o de los derechos políticos fue...
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