Arbitrajes
| Autor | Alejandro García |
| Páginas | 22-23 |
Arbitrajes
La prueba digital en el arbitraje
Alejandro García
La prueba digital es aquella que se genera o se
presenta utilizando tecnología digital. Tiene
dos componentes: un programa o software y
un soporte físico o hardware. Por lo tanto, para
ofrecer y desahogar una prueba digital, es
necesario que el tribunal y las partes cuenten
con los componentes para acceder y
reproducir la prueba.
Si alguna de las partes pretende utilizar
pruebas digitales, especialmente aquellas que
tienen cierto grado de sofisticación, deberá
asegurarse de que los integrantes del tribunal
arbitral sean personas abiertas al uso de
tecnología. De lo contrario, la oferente podría
enfrentar obstáculos para presentar la
evidencia digital.
Por diversas razones, resulta conveniente
que las partes anuncien al tribunal arbitral que
presentarán pruebas digitales desde el inicio
del arbitraje. Un momento oportuno es durante
la conferencia sobre la conducción del
procedimiento. Entre estas razones, podemos
mencionar (i) la necesidad de preparar la
prueba, que se traduce en que las partes y el
tribunal acuerden cuáles programas y
dispositivos utilizarán; y (ii) mantener la
igualdad entre las partes, ya que sin el anuncio
previo, la contraparte de la oferente pudiera
alegar que no tuvo oportunidad de ejercer su
defensa.
La prueba digital tiene ventajas y
desventajas. Entre las ventajas, podemos
señalar (i) la facilidad de transmisión, (ii) la
posibilidad de reproducirse ilimitadamente, (iii)
el alto grado de convicción que puede generar
en el tribunal y (iv) un menor impacto al medio
ambiente. Las desventajas incluyen (i) la
necesidad de softwares y hardware para
presentarla, (ii) la relativa facilidad para alterarla
o modificarla, (iii) su vulnerabilidad al
transmitirse vía internet, (iv) reticencias de los
operadores y (v) en ciertos casos, su costo.
alejandro.garcia@hoganlovells.com
Si bien, las desventajas que presenta el uso de
pruebas digitales son varias, la realidad es que la
mayoría de ellas puede mitigarse, si no es que
eliminarse. La forma más efectiva, es la adopción
de protocolos para preservar la integridad de la
prueba y evitar vulneraciones. Estos protocolos
pueden ser generados por las partes y el tribunal,
aunque también existen reglas, guías y protocolos
generados por instituciones públicas y privadas
que las partes y el tribunal pueden adoptar.
Al valorar la prueba digital, el tribunal deberá
tomar en cuenta (i) si se observaron los protocolos
acordados, (ii) la integridad de la prueba, (iii) su
trazabilidad, (iv) si se trata de una prueba digital o
más bien se trata de una prueba física que se
presentó digitalmente y (v) si fue obtenida
lícitamente.
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