'Hasta aquí llego yo'

Pensó que al cruzar la frontera con su hija Francisca, de 3 años, y entregarse con oficiales de Estados Unidos sería más fácil obtener el asilo, pero no. Gerson Hernández ahora está cabizbajo, sentado en un macetero de la Avenida Colón.

"Nosotros venimos con una esperanza, de que trayendo un niño menor de edad nos estaban dejando para pedir asilo", dice Gerson, de 42 años y originario de Choluteca, Honduras, mientras su niña duerme recargada en sus hombros.

"Nuestro País es pobre, una parte la delincuencia, y que no se encuentra trabajo, pues. Como yo a la nena la estoy criando yo solo, soy padre soltero, entonces me la traje y vine con la ilusión".

Está en el cruce de Pablo A. de la Garza con 16 migrantes más, de los cuales 7 son menores. Los papás y mamás coinciden: también creyeron que tendrían el asilo por el simple hecho de intentar entrar con niños.

Pero tras estar retenidos unos días en "hieleras" -celdas donde tienen a migrantes- Estados Unidos los devolvió por Laredo, Texas, para esperar en México la audiencia, que en su mayoría es en septiembre u octubre, de acuerdo a documentos que mostraron.

Narran que en Nuevo Laredo, Tamaulipas, oficiales del Instituto Nacional de Migración les indicaron que en Monterrey llegarían a un albergue mientras llega esa fecha, pero en la Ciudad los abandonaron en la calle.

"Supuestamente nos iban a mandar a un albergue aquí y eso fue mentira"...

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