'Aquí los espero, no les tengo miedo'

AutorJorge Ricardo

Al frente de la resistencia contra el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) está una vendedora de zapatos por catálogo y de pan de elote.

En el ejido Amanal, a la orilla de Atenco, Nieves Rodríguez Hernández, de 59 años, piensa que van a matarla. O que al menos van a intentarlo.

La amenazaron dos hombres que llegaron en noviembre en motocicleta hasta su puerta. Si no desalojaba su casa que bloquea el paso de una carretera del NAIM matarían primero a sus cuatro hijos y luego a ella. Le daban hasta el 4 de enero.

Su casa está en el campo, a media hora de la obra del nuevo aeropuerto. No tiene vecinos y sólo se oye el ruido de los pájaros en los ahuehuetes. Si no fuera por la amenaza de la autopista, parecería todo en calma.

Salvo ir a pedir ayuda al grupo de campesinos de Atenco Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, Nieves no ha hecho gran cosa. Ha tratado de continuar su vida, como desde hace cuatro años cuando escuchó que iban a construir un aeropuerto en las 12 mil 500 hectáreas del antiguo Lago de Texcoco.

Se enteró que planeaban hacer autopistas, pero nunca pensó que fuera a pasar una por encima de su casa.

"Me enteré cuando comencé a ver mucho movimiento", refiere.

Dice que no tuvo miedo. Ni siquiera cuando los camiones de carga comenzaron a impedirle circular con su moto por el camino de terracería. Tampoco cuando el pavimiento flanqueó su casa.

"Me di cuenta que iban levantando más y más la carretera y yo aquí seguía, pero pensé: 'no me preocupa, es mi terreno, es mi casa'", recuerda.

Fue hasta hace año y medio, cuando una representante de la empresa Promotora y Operadora de Infraestructura (Pinfra), constructora de las autopista Ecatepec-Peñón, de mil 700 millones de pesos, se presentó con ella.

"Me dijo que necesitaban pasar mi casa para allá atrás y que si no estaba de acuerdo se iban a la expropiación", cuenta.

Rodríguez se negó porque dice que es su herencia, sus raíces, lo que logró construir con su difunto esposo hace 21 años. Entonces le cortaron la luz y el agua. El 8 de julio encontraron un muerto colgado de un árbol enfrente de su casa.

La "Licenciada" también le dijo que todos los demás ejidatarios ya habían vendido sus tierras, aunque ella sabe que no es cierto. Ahí está a un lado el terreno baldío de Miguel Medina por donde tampoco ha logrado pasar la autopista.

Más allá...

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