Apuntan a Ford y Chrysler

AutorAlejandro Pairone

REFORMA / Argentina

BUENOS AIRES.- Las corporaciones automotrices Ford Motor Company y Daimler Chrysler enfrentan demandas penales y civiles en tribunales porteños, europeos y estadounidenses donde se las acusa de colaborar con la dictadura militar argentina para el secuestro y desaparición de sus obreros. En el caso de Ford, algunos trabajadores fueron torturados en la misma fábrica.

Daimler Chrysler tiene abiertas causas penales en Buenos Aires y Nuremberg (Alemania), y una civil en San Francisco (California), por la desaparición, en abril de 1976, de 18 delegados sindicales de su ahora subsidiaria Mercedes Benz, en una planta industrial ubicada al sur de Buenos Aires. Sólo 3 de ellos sobrevivieron.

Ford enfrenta juicios penales en Buenos Aires y civiles en San Francisco (California) también por el secuestro, tortura y desaparición forzada de 26 delegados sindicales. Lo particular de esta empresa es que todos los obreros fueron secuestrados mientras trabajaban y 16 de ellos sufrieron sesiones de torturas en la misma fábrica.

En la represión de delegados también colaboraron los grandes sindicatos enrolados en la derecha peronista que veían en las comisiones gremiales de empresas, de pertenencia izquierdista, un peligro para su hegemonía política. Algunos dirigentes de los sindicatos avalaron los secuestros y en muchos casos hasta denunciaron a los trabajadores, en connivencia con los militares. Ahora los sobrevivientes y las familias de las víctimas han comenzado a demandarlos.

El 20 de agosto de 1976, el Ejército argentino secuestró en su lugar de trabajo al delegado sindical de Ford Motors Argentina, Norberto Pulega. Lo maniató y lo llevó hasta un centro de detención clandestino levantado en el campo de deportes de la empresa, donde fue torturado. Permaneció desaparecido más de un año al cabo del cual fue "blanqueado" en un penal federal.

El mismo día que Pulega fueron secuestrados 15 delegados sindicales que sufrieron su mismo destino, y la cantidad creció hasta 26 el resto del año. Dos de ellos continúan desaparecidos.

"Ford conocía y avalaba los secuestros, de los que buscó beneficiarse. Con ellos intimidaba a los trabajadores. Los obreros eran secuestrados en su puesto laboral, a la vista de todos, pero luego la empresa los despedía sin indemnización porque no se presentaban a trabajar", detalló Tomás Ojea, uno de los abogados que representa a las víctimas en el juicio de Los Angeles.

El juicio civil contra Ford fue presentado días...

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