Apuesta Presidente a silencio y reflexión

AutorIvonne Melgar

MURAL / México

MEXICO.- Obligado a bajarle al ritmo de trabajo, durante su convalecencia de seis semanas, el Presidente Vicente Fox decidió cambiar la distribución de su tiempo y de sus energías: menos trote y más silencio.

Aunque no ventiló sus cavilaciones personales, sí instruyó a sus colaboradores en Los Pinos a reestructurar la agenda presidencial. De entrada, les anunció que necesitaba dos horas diarias para reflexionar, leer, revisar a detalle planes y reportes de los Secretarios, y conocer discursos, los suyos y los de los encargados de despacho.

De momento, y mientras termina de incorporarse a la normalidad -las rutinas de rehabilitación aún son tres por día-, el tiempo del silencio está programado durante la mañana, hasta antes del mediodía.

Y es que tanto por las implicaciones físicas que una operación de columna tiene, como por las conclusiones que Fox tomó en su cuarentena, habrá un Presidente antes y uno muy diferente después de la intervención de las vértebras.

El asunto de la guerra fue clave. Y lo que el espejo de las encuestas sobre la aceptación de su persona y sus acciones le revelaron, terminó por afianzar el cambio: a menores intervenciones públicas, más popularidad.

Sosegado a fuerza de prescripciones médicas de mucho reposo, el Ejecutivo no sólo valoró...

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