Aprenden oficios y a sensibilizarse

AutorAndrea Menchaca

Miles de personas en la Ciudad trabajan arduamente y mantienen su casa con un sueldo que es, como máximo, de dos salarios mínimos. Muchas otras miles de personas son ajenas a esa realidad.

Para el Instituto Mater era importante que sus alumnos de preparatoria fueran sensibles y tomaran conciencia de esta situación.

Lo que hicieron fue implementar un programa de experiencia laboral que consistió en que los jóvenes trabajaran durante dos semanas en un puesto que no percibiera más de dos salarios mínimos, o sea, 125 pesos al día.

Veinte jóvenes del último semestre de prepa trabajaron hasta ayer de tiempo completo, aprendiendo distintos oficios y conviviendo con los trabajadores sin percibir salario alguno.

Silvia Canto, directora de preparatoria, señala que con este programa buscan que los muchachos no sólo tengan cercanía con el conocimiento, la ciencia y el deporte, sino con otras personas fuera de su entorno social, escolar y familiar.

"Esta experiencia laboral es parte de un programa que se desarrolla dentro de los colegios del Sagrado Corazón en México; se ha tenido en otras partes del País en preparatorias nuestras desde hace como 10 años", indica.

"Y pensamos que sería muy importante esta experiencia laboral por la situación que vivimos aquí en Monterrey, también con el tema de la inseguridad, el poder restablecer el tejido social", expresa Canto.

Las maestras Alicia del Río y Tania Tavira, quienes diseñaron el programa, les pidieron a los jóvenes que consiguieran, antes de las vacaciones decembrinas, un lugar donde trabajar en el Municipio de San Pedro para estar visitándolos y revisar cómo iban.

El 8 de enero, los estudiantes dejaron de ir a la escuela ubicada en el municipio, para irse directo a su trabajo de lunes a sábado, desde la mañana hasta la tarde.

"Les entregamos unos diarios para que ellos vayan escribiendo ahí su experiencia todos los días, cómo se están sintiendo, cómo van aprendiendo", cuenta Del Río.

"Y cuáles problemas son a los que se enfrentan y cómo los resuelven", agrega Tavira.

Jaime Lozano y Carlos Martínez, de 17 y 18 años, trabajaron en un vivero.

"Se pueden ver muchas experiencias de vida y uno puede aprender, definitivamente, de cada cosa", dice Martínez, después de que levanta tierra para encontrar las lombrices vivas que ahí venden.

A los jardineros Saúl Flores y Jaime Valdez les pareció importante que los jóvenes trabajaran ahí para que sepan cómo cuesta ganarse el dinero.

"Está muy bien para que no crean...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR