Aporta al País dos escritores
| Autor | Erika P. Bucio |
Desde su apertura en 1999, la Casa Refugio Citlaltépetl ha recibido a cinco escritores perseguidos procedentes de tres continentes.
Tras concluir sus estancias, dos han decidido quedarse en México: el poeta albano-kosovar Xhevdet Bajraj y el poeta y músico chadiano Koulsy Lamko.
"El proyecto no consiste sólo en recibir escritores, sino en traer su voz; quienes se quedan son los que más aportan", considera su director Phillipe Ollé-Laprune.
Tras estas experiencias, dice, una condición básica al recibir nuevos escritores será que acepten "participar en la vida cultural del País" y aprendan español.
"Lo importante es no convertir la casa en un campo de refugiados", destaca. "Es darles la oportunidad de leer México".
Inaugurada en septiembre de 1999 con el apoyo del Parlamento Internacional de Escritores, la casona de Citlaltépetl 25 en la Condesa se ha convertido en una suerte de pequeña Babel en la Ciudad de México.
Ha dado cobijo también al novelista serbio Vladimir Arsenijevic, el novelista argelino Mohamed Moulessehoul, seudónimo de Yasmina Khadra, y al pintor y caricaturista birmano Min Kyaw Khiang.
La Casa Refugio ofrece a los escritores una estancia de uno a dos años y una asignación mensual de 17 mil pesos, otorgada por el Fonca.
Quedarse o no en México al término de su estancia es una decisión personal. Ni Arsenijevic ni Khadra ni Min lograron asimilarse al país ni aprendieron un español fluido.
Ollé-Laprune señala que también pesó su personalidad: Arsenijevic era un hombre atormentado, Khadra era un antiguo militar no acostumbrado a convivir con escritores, y Min no superó el "choque cultural".
La experiencia de Bajraj y Lamko fue distinta. Aprendieron el idioma y aprovecharon la "riqueza de la vida cultural en México".
El poeta albano kosovar publicó aquí El tamaño del dolor (ERA).
Lamko recogió los testimonios de los refugiados guatemaltecos de Kesté, Campeche, aparecidos en la revista de la casa Líneas de fuga.
Ollé-Laprune anuncia que a fines de enero llegará el nuevo huésped, y en 2007 esperan recibir a la primera escritora mujer, cuyas identidades prefiere no revelar.
Asegura que el respeto a la privacidad de los escritores refugiados es la norma de la casa. "Es un proyecto cultural con una faceta humanitaria, no es un espectáculo. Somos un proyecto discreto".
A siete años de su fundación, el mayor logro de la Casa Refugio Citlaltépetl ha sido la permanencia, a pesar de los vaivenes financieros.
En 2005 contó con 2 millones de...
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