De antología

AutorMario Abner Colina

Hubo una vez, hace 50 años en tiempos de Franco, en que un adolescente catalán de melena alborotada y guitarra al hombro entró al programa Radioscope, en Barcelona, y cautivó con sus canciones.

Anoche, en el Auditorio Nacional, un veterano de 71 años llamado Joan Manuel Serrat demostró que aunque pinta canas y su cabello ralea, la magia de aquel joven aún persiste. También su sencillez, su compromiso social y sus ocurrencias.

"Gracias por haber decidido dedicar una noche de vuestras vidas a compartirla con nosotros y nuestra música", fue como saludó en su celebración por medio siglo como artista.

Haciendo gala de su buen humor, agradeció a los que lo han acompañado en el viaje artístico, entre ellos, sus cómplices musicales, su público y hasta al urólogo que lo operó de cáncer hace años.

La de Serrat, cuya música ha revalorizado la obra de poetas como Miguel Hernández y Antonio Machado, fue una fiesta en la que un Auditorio casi lleno lo celebró de principio a fin.

"Eres un lujo", "te amo", "maestro"... le gritaban, y él, vestido con elegancia, de oscuro, replicaba con una risa juguetona: "Totalmente de acuerdo".

Empezó el recital a las 20:34 horas con "El Carrusel del Furo". Con la cuarta pieza, "Hoy por Ti, Mañana por Mí", empuñó la guitarra.

Aunque predominó el público maduro, hubo abuelos, padres e hijos. Sin importar si lo escucharon en acetato, casete, CD o en línea, las canciones del ídolo sobre el terruño, la poesía y el amor y contra los poderosos los habían marcado.

Levantó al público varias veces del asiento, pero música y poesía no era lo único que venía a compartir, sino también reflexión.

Si en días anteriores, ante la prensa, se...

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