Antojo de cabecera

AutorViridiana Flores

Atrás de un buen taco hay trabajo de horas y dedicación de los taqueros.

Uno de los más solicitados en la Ciudad es Gregorio Delgado, conocido entre sus clientes como "Don Goyo".

"Una taquería si no es constante truena, porque tú vas con Santo Goyote y no lo ves, bueno a lo mejor ese día descansó, pero vas otro día y no está, entonces te la piensas para ir, se va acabando la clientela", comparte Goyo, creador del Santo Goyote.

Lo primero que le pide a sus empleados es la atención al cliente y estar pendiente de todos los detalles.

"Quieres ir a comer a un lugar donde te sientas agradable, inclusive hasta te sirve para hacer bien la digestión, porque cuando te hacen reír la comida te sabe más rica. Este giro es mucha relación pública, tienes que conocer a los clientes", dice.

Desde 1984 ha atendido a tres generaciones en Santo Goyote, donde despacha el taquito light, llamado así porque la carne se cuece en su jugo, al vapor.

Pero, el que más le piden es el de carnaza, aunque también hay de cabeza, labio, cachete, sesos y de lengua, carnes que son puestas sobre tortillas de maíz y van con cilantro y cebolla.

"El primer día que inicié hasta me hizo falta carne, desde entonces he tenido la precaución de no variarle a la calidad, no tiene caso, la gente lo va a notar".

Camino de ajustes

Sobre sus inicios, "Don Goyo" cuenta que estudió la licenciatura en Administración de Empresas y como le gustaba el comercio inició con un puesto de frutas en el Mercado Alcalde. Su trabajo como taquero arrancó en la esquina de Morelos y Robles Gil, frente al supermercado de su suegro, y en 1992 se cambió a la Plaza del Expiatorio.

Ha...

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