Por la antigua Etruria

AutorFlorencia Podestá

PITIGLIANO, Italia.- Mil años antes de Cristo existió una cultura enigmática, que emergió de la nada y volvió a sumergirse en ella: la etrusca.

La colección de restos arqueológicos hallados no llega a dilucidar el misterio de su origen. Y, aunque diversos historiadores han expuesto algunas hipótesis, ninguna se ha consolidado como definitiva. La más arriesgada y con más seguidores es la teoría de Herodoto: que sostiene que provenían de Oriente, precisamente de Lidia (antiguo país del oeste de Asia Menor) y Anatolia (parte de la Turquía asiática).

Esta suposición alimentaría la idea de que los etruscos fueron los míticos ciudadanos de Troya. En efecto, los estudios genéticos practicados sobre los actuales habitantes de la antigua Etruria demuestran que su herencia genética es mucho más similar a la de los sirios y palestinos de Medio Oriente que a la de los italianos.

Otra teoría es la de la procedencia septentrional, que sostiene que los etruscos serían los míticos Pelasgos, pueblo matriarcal y pacífico que habitaba originalmente la antigua Grecia.

En cuanto a su desaparición, se sabe que su cultura se extinguió por completo en muy poco tiempo, entre los siglos III y II antes antes de Cristo, a manos de invasiones romanas y celtas. Sin embargo, los etruscos siguieron viviendo en Italia y sus descendientes hasta el día de hoy se distinguen por sus ojos grandes, rasgados y pardos.

Para conocer un poco más sobre esta civilización viajamos en tiempo y espacio, desde el superpoblado norte de Italia hacia la región de la Maremma, un rincón secreto al sur de la Toscana.

Relegada del gran desarrollo industrial y turístico, la zona conserva la atmósfera mágica, agreste y rural de la Italia de hace unas décadas: bosques intactos, ruinas etruscas y romanas y pueblos medievales de leyenda aparecen hasta bajar al Mediterráneo.

Nos acercamos a la región del Tufo, llamada así por la roca arcillosa con la que se construyeron templos y ciudades. Ahí, destinos como Pitigliano, Sovana, Manciano, Semproiano y Saturnia tienen sus raíces.

Como cajas chinas, sus edificios medievales contienen ciudades...

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