Esperan ansiosos a Santa: Para este deportista, un balón y tenis

AutorJessica Castañeda

La seriedad en la cara de Martín, de 12 años, sólo se rompe brevemente cuando intenta sostener girando sobre uno de sus dedos un ponchado balón de basquetbol.

No bota mucho, aunque hace el intento porque rebote del suelo, pero es el único que tienen él y sus compañeros de la Casa Hogar Manantial de Amor, en la Colonia La Hacienda en Guadalupe.

Y aunque duda un poco de la existencia de Santa, luego de unos segundos de pensarlo y escuchar de la Campaña Navideña "Que Santa Llegue al Hogar", se atreve a pedir algo con la esperanza reflejada en los ojos.

"Me gustaría pedirle un balón y una canasta de basquetbol", dice todavía algo titubeante y con voz muy seria, "me gusta el basquet y soy bueno, de todas las posiciones me gusta jugar".

Además de la pelota, Martín quisiera tener también unos tenis, también de basquet, pero que sean rojos o azules del número 4.

"Nada más", concluye con la misma seriedad con la que inició la charla.

Aunque al insistir un poco pide que Santa le traiga a su mamá, Francisca Reyna, un perfume o unos aretes y otro balón de basquet para su hermano, quien está en casa, en la Colonia Villas de San Juan en Juárez, con su madre y sus otros dos hermanos mayores.

Lo que a Martín más le gusta de la Navidad no son los regalos, ni la cena, ni el pino, ni las posadas, sino algo que sólo quienes se encuentran en sus zapatos saben valorar más que cualquier cosa material.

"Me gusta la Navidad porque convivimos mucho en familia y pues nada más", dice mirando hacia abajo viéndose las uñas.

Martín sólo ve a su mamá y a sus hermanos los fines de semana, el resto de los días del año vive en la Casa Hogar y comparte la habitación, que antes era un salón de clases, con otros ocho niños.

Aunque apenas sobrepasa la primera década de su vida, este pequeño que cursa el sexto grado en la Primaria Benito Juárez, evidencia más madurez que muchos adultos.

"Vivo aquí porque mi mamá estaba trabajando mucho y no tenía con quién dejarme", dice comprensivamente el niño, "y antes trabajaba y me quedaba yo solo en mi casa, pero luego me trajo para acá y estoy aquí por mis estudios".

Cuando sea grande no sabe qué le gustaría ser, pero de lo que sí está seguro es que...

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