'Anna me retó...'
| Autor | Alejandro González Iñárritu |
Es bien sabido que una fría tarde de otoño de 1938, Adolfo Hitler levantó el teléfono y le pidió a Benito Mussolini que vetara del Festival de Venecia una película francesa "insultante y peligrosa". El título era La Gran Ilusión, de un tal Jean Renoir.
Mussolini cumplió los deseos de su amigo "precioso" y, de paso, se aseguró de que se premiara con el León de Oro a Leni Riefenstahl, por su película Olimpia, favorita de ambos.
Tras semejante humillación, los franceses tuvieron que inventar su propio festival. En 1939 nació el Festival de Cannes, teniendo como presidente del jurado a Louis Lumière.
Según mi loco, cinéfilo y gallego amigo Dositeo Soto Núñez, fue tal el coraje de Hitler y Mussolini, que decidieron entonces iniciar la Segunda Guerra Mundial.
Durante los siguientes seis años, el mundo se debatió entre los que apoyaban el cine "a la Riefenstahl" contra los que lo querían a la Renoir, Wilder o Hitchcock. Gracias a los dioses del cine, siete años más tarde fueron estos últimos quienes entraron a la alfombra roja de Cannes para iniciar nuevamente el festival.
Sesenta y nueve años más tarde, antes de echar la pasta a la olla con agua hirviendo, sonó el teléfono. Eché a remojar los espaguetis, y contesté. Era Gilles Jacob, presidente del Festival de Cannes, quien me invitaba a un proyecto muy especial.
Treinta y tres directores del mundo entero realizarían un cortometraje, los cuales se presentarán en función de gala dentro del marco del festival este domingo, día del 60 aniversario del Festival de Cannes.
"Sólo hay dos reglas", me dijo Gilles. "Tiene que durar tres minutos y tiene que tener como escenario una sala de cine, que es el templo en donde los directores presentan sus obras".
Lo simbólico del evento y la impresionante lista de directores hizo que la invitación fuera irresistible.
Al terminar la llamada, no sólo el espagueti era ya una masa aguada y deforme flotando sobre una espuma burbujeante, sino que a pesar de mi intención de pasar unos meses sabáticos, ya había aceptado hacer el corto. La invitación de Gilles Jacob me había hecho sentir muy honrado.
No es la primera vez que participo en uno de estos proyectos colectivos, pero la cantidad y la calidad de los directores que participan en esta ocasión es increíble y algo inaudito (Angelopoulos, Kiarostami, Polanski, Wim Wenders, Von Trier, Kar Wai, Van Sant, Joel y Ethan Coen, Lynch, Kusturika, etc.). Muchos de ellos son de las vacas sagradas del cine y les he tenido gran...
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