Crea Angulo pieza crítica para festejos

AutorErika P. Bucio

"De ninguna manera quiero ser un aguafiestas", dice el compositor Eduardo Angulo (Puebla, 1954), pero al escribir el poema sinfónico Laberinto de espejos, pieza conmemorativa del Bicentenario de la Independencia, no pudo cegarse a la realidad del País.

"Antes de escribir una nota hablé con todo tipo de personas; todos sentían una gran frustración, una gran tristeza, incluso desesperación, mucho desgano, percibí algo bastante triste", describe Angulo.

El músico poblano fue comisionado por la Secretaría de Cultura capitalina para componer la obra que estrenará la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) el sábado 18 de septiembre a las 18:30 horas en su programa dedicado al Bicentenario.

"(Laberinto de espejos) No es una obra para celebrar, sino para conmemorar. Es el momento de reflexionar: dónde pensábamos ir y dónde estamos", explica. "Pero es una crítica constructiva, amo a mi País".

Estructurada en tres partes, la obra de 35 minutos, arranca con el movimiento Inerte: "Es como siento a México: inerte, sin movimiento, no pasa nada", apunta. Continúa con Sueños de libertad, un huapango "anhelante" con texto de Ulises Aguirre, violinista de la orquesta, que será interpretado por el tenor Dante Alcalá.

"Es la voz de un mexicano que sueña con la justicia y la equidad, y se queda en sueños", describe.

La obra cierra con una nota de esperanza, un huapango al que Angulo ha bautizado con el dicho Remedio, el trapito y amárrale aquí tantito, que, dice, define a exicanos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR