Ángeles y demonios

Qué pronto pasó la elección que ya no se oyen las voces de repudio a la violencia contra las mujeres...

Más de uno aún se acuerda que en un exabrupto de campaña, la panista Martha Erika Alonso hasta pidió la renuncia del Fiscal, Víctor Carrancá, ante la muerte de una poblana.

Pero ahora, ya con la constancia de mayoría en la mano, no se le escuchó ningún pronunciamiento por los asesinatos de seis mujeres en cuatro días.

Y en las mismas anda Miguel Barbosa que está más preocupado porque se anule la contienda y ordenen una elección extraordinaria que por las poblanas fallecidas.

Ya ni se diga el Gobernador Antonio Gali, quien pareciera que piensa más en cómo acercarse a Andrés Manuel López Obrador que en parar los feminicidios.

Quien de plano aplicó aquel refrán de "El miedo no anda en burro", es el morenista Alejandro Armenta, en su camino al Senado.

Pero mientras eso sucede, mencionan que ya regresó a la Cámara de Diputados para ocupar su curul por aquello del fuero.

Y es que aseguran, no es por nada, pero sí causó incertidumbre el aviso de que se liberaron órdenes de aprehensión en contra de quienes irrumpieron en el Hotel MM.

Así es que muchos creen que, por si las dudas, mejor volvió a San Lázaro y, si algo pasa, pues trae su escudo para no...

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