Ángeles y demonios

Más de uno espera un fuerte extrañamiento del Arzobispo de Puebla, Víctor Espinosa, por la irrupción de agentes de la Policía Ministerial en el templo de San Antonio.

Los elementos ingresaron al recinto religioso para detener a Xihuel Sarabia, hijo de Simitrio, sin importar que se llevaba a cabo una celebración eucarística.

Más allá de la causa penal, los fieles de la comunidad se sintieron agraviados y esperan que su jerarca emita un regaño celestial a la Procuraduría General de Justicia del Estado que encabeza Víctor Carrancá.

Lo malo, dicen, es que al pastor del Catolicismo en Puebla pareciera que el asunto no le apura y como van las cosas se duda que vaya a jalarle las orejas a la dependencia.

Así, no falta quien apuesta doble contra sencillo a que la Arquidiócesis y el Gobierno estatal siguen en su luna de miel.

¡Ya se verá!

Dicen que en el PRI poblano pueden empezar a cantar la letanía y los villancicos además de partir la piñata porque la candidatura se definirá en enero.

Al menos eso asegura en privado y en público la dirigente estatal del tricolor, Isabel Allende, a quien se le ve más tranquila que pastor de nacimiento.

Por eso, mencionan, en el priismo concluirán el año con muchísima unidad que ya se verá si es real o simulada al iniciar 2016.

Porque las huestes de Enrique Doger como que no pierden la esperanza de quedarse con la nominación rumbo a la minigubernatura.

Y del lado de Blanca Alcalá cada vez ponen más empeño en demostrar que la senadora representa la clave...

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