Ángeles y demonios

Cuentan que hay una joven que anda más que inquieta al interior del Cabildo y se trata de Karina Romero, la hija de la senadora Blanca Alcalá.

Por todos los pasillos del Ayuntamiento de Puebla, asegura que cuenta con la capacidad política para coordinar a los priistas ahora que su compañero, Iván Galindo, confirme su salida.

Más de uno cree que si bien se trata de una chica con iniciativa, todavía le falta un poco más para representar a su partido.

Aunque la verdad de todo, aseguran otros, no hay mucho de dónde elegir porque es ella o María Esther Gámez que por su identificación con Enrique Agüera, de plano lleva las de perder.

Quizá eso pese para que quede como lideresa entre tantos que de plano ni pintan en su trabajo.

Los que nada más no ven la suya son los paramédicos de las bicis del SUMA, porque cada vez enfrentan más complicaciones.

Por más que pedaleen y pedaleen llegan a pocos servicios o a veces a ninguno.

Vaya, dicen que hasta sus compañeros de corporación, pero los motorizados, son los que atienden los casos.

Dadas esas circunstancias, hay quien cree que ese sistema de atención es poco funcional pese a la insistencia del director, Erick Varela, quien ve en las bicis oportunidad de brindar apoyo con rapidez.

Lo malo es que para eso se necesitaría que circunscriban su rango de...

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