Ángeles y demonios

AutorAlma Poblete

SI QUIEREN hacer negocio en estos días vendan té de azhares, porque el hallazgo de una mujer descuartizada en el Centro la madrugada de ayer va a quitarle el sueño a más de uno.

Resulta que en los archivos de la Policía municipal descubrieron que Juan Ramírez Hernández, a quien responsabilizan de la carnicería, ya había sido detenido por robo.

Ocurrió hace una semana tras una persecución a cargo de los uniformados de la Comuna.

Aunque ellos hicieron su parte, al llegar al Ministerio Público tuvieron que quedarse viendo sin poder hacer nada cómo el acusado salía libre porque la parte acusadora... ¡a la mera hora no quiso presentar la denuncia!

Sin cargos, Juan dejó la Procuraduría como Pedro por su casa y ayer reincidió... sólo que esta vez con un saldo trágico.

Aunque los oficiales están conscientes de que iniciar una averiguación es un calvario, sienten que la ciudadanía ya se agarró de ese pretexto para evitarse la fatiga, aún cuando muchas veces su esfuerzo sería muy importante.

Y creen también que, en estos casos, los agentes ministeriales se lavan las manos y no hacen el mínimo esfuerzo por indagar más allá cuando les llevan a algún detenido.

A quien le...

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