Ángela Solanch: La justicia se esconde

CHIMALHUACÁN.- La incertidumbre tenía devastada a la familia de Ángela, pero la esperanza murió al llegar la certeza de que ella estaba muerta.

Luego de tres meses de búsqueda, Longino Rodríguez y Patricia Martínez llegaron la mañana del 14 de agosto de 2006 a las oficinas de la Cuarta Visitaduría de Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.

Ahí, un funcionario les mostró las fotografías de una menor que apareció muerta en las inmediaciones de Amecameca y que fue sepultada en la fosa común.

--Al principio no quise aceptar que mi hija estaba muerta, sólo me engañé a mí mismo --se lamenta Longino.

Luego de identificar a "Sol", como llamaban a Ángela Solanch, la pareja se dirigió al Ministerio Público de Amecameca para exigir la exhumación del cuerpo. Tras cumplir los trámites administrativos se efectuó el sepelio en el Panteón Civil de Chimalhuacán, en el Barrio de San Agustín. La ansiada justicia por el asesinato de Ángela se escondía entre las lápidas.

Aunque las autoridades de la PJGEM aseguran que ya les habían mostrado esas imágenes a los papás, el matrimonio Rodríguez Martínez niega tal afirmación y demanda la destitución de los mandos a cargo de la indagatoria.

Las abogadas cuentan que el 15 de agosto, Mario González Gámez, subdirector de la Policía Ministerial de Neza, designado para investigar el caso, aceptó que hubo negligencia de parte de las autoridades en una reunión con el entonces procurador Abel Villicaña, el subprocurador de Neza, Ernesto Santillana Santillana, y Eduardo Yáñez, subprocurador de Amecameca.

El 23 de mayo, cuando Ángela fue asesinada y su cuerpo abandonado, el coordinador de investigaciones de Amecameca, Álvaro Federico Saucedo Hernández, giró un oficio de colaboración a los mandos adscritos a la Policía Ministerial de Nezahualcóyotl-Amecameca.

"Se solicita la colaboración para la debida integración de las investigaciones llevadas a cabo y derivadas de la averiguación previa AME/III/847/2006, por el delito de homicidio en agravio de persona de identidad desconocida del sexo femenino en contra de quien resulte responsable", dice un fragmento del oficio.

--Yo tenía los dos documentos en mi escritorio, el oficio de colaboración y el acta por desaparición. Cometí un error --reconoce ahora el agente Gámez.

Tras las fallas de la subprocuraduría de Neza, a partir de agosto se turnó el caso a Heberto Garza Jácome, fiscal general de Asuntos Especiales de la Procuraduría, y al Cuerpo Especializado de...

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