Andrés Clariond Rangel / Escoger al verdugo
| Autor | Andrés Clariond Rangel |
"Méndigo es, y no mendigo, el que roba a los amigos", le canta el personaje de Jorge Negrete al de Pedro Infante en la icónica secuencia de la película "Dos Tipos de Cuidado". En una batalla así parecían enfrascados hasta hace pocos días los compadres y contendientes por Movimiento Ciudadano (MC) Luis Donaldo Colosio y Samuel García, quienes a pesar de su juventud dieron muestra de que la política saca lo peor de las personas.
En su ambición personal por el poder, el Senatore García pensó que atrayendo a su partido a Donaldo le iba a servir para agarrar impulso. Sabía que después del asesinato del papá de su amigo cuando era candidato a la Presidencia, la plusvalía del apellido Colosio era muy alta. La gente ve al hijo del extinto político sonorense como una víctima y una continuación de su idealizado padre.
Colosio Jr. se unió, junto con su socio Agustín Basave, al partido Movimiento Ciudadano y compitió por primera vez para un puesto de elección popular. Venía de un mundo ajeno: intentó ser motivador personal, conferencista y antes cantante y productor teatral, mientras se curtía manejando su propio despacho jurídico. Samuel, Basave y Donaldo aparecían hace dos años en llamativos comerciales en los que se presentaban como un trío de súper héroes.
Basave perdió la diputación federal y se conformó con ser presidente de MC en el Estado; Colosio se convirtió en diputado local y Samuel en Senador.
La lógica de este último fue irse al Senado para tener mucha exposición y posteriormente aspirar a la Gubernatura del Estado. Pero no contaba con que su compadre Colosio tendría mucho mayor exposición en la localidad a través de su curul en el Congreso.
A pesar de una constante búsqueda de reflectores, Samuel no mejoró sus puntos en Nuevo León. Al contrario, sus pifias en redes sociales lo hundieron. Él quedaba como un payaso y Colosio como un hombre serio. Samuel era el equivalente al amigo "mala copa" que con vergüenza sus amigos (Donaldo) sacan por la puerta trasera de la fiesta.
El primer raspón de su relación llegó con la reprimenda que le aplicó Colosio a García después del desfiguro del Senatore pidiéndole a su esposa en una transmisión en vivo no enseñar la pierna. ¿Qué hizo Donaldo? Lo que todo buen compadre haría: exhibir al amigo en público con una carta paternalista en la cual quien se luce es el que regaña. ¿Por qué no optar por una llamada o un café? Colosio aprendió rápido a moverse en la política y quiso llevar agua a su molino.
Así...
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