Andrea y Erick son el uno para el otro

AutorOmar Cabrera

Andrea Legarreta y Erick Rubín lucen igual de felices y enamorados como aquel día que decidieron unirse en matrimonio. A un año de compartir sus vidas, la pareja, que celebró ayer su primer aniversario de boda, afirman que son el uno para el otro y comparten las experiencias gratas, desagradables y chuscas que han experimentado durante estos 12 últimos meses .

¿Qué ha sido lo mejor durante este año de casados?

Andrea: Lo mejor ha sido que tuvimos la oportunidad de viajar a muchos lugares juntos, como a Londres, que yo no conocía y donde Erick hizo su disco. El no conocía París, y también nos fuimos juntos a Río de Janeiro, hemos tenido la suerte de viajar juntos, y en cada lugar, la convivencia fue distinta.

Erick: Tuvimos oportunidad de estar viajando juntos, nos fuimos a Brasil, fue un chance para estar relajados y después regresar los dos al trabajo, cada uno a lo suyo.

¿Y lo peor?

Andrea: Como buen músico, a veces tiene la creatividad hasta altas horas de la madrugada. De repente se junta con Benny (Ibarra) en el estudio y me cuesta mucho trabajo dormir si no está a mi lado. Esto que acostumbran hacer los músicos me costaba trabajo aceptarlo, pero ahora lo entiendo porque es su trabajo y lo que le gusta.

Erick: Tenemos un vestidor donde Andrea pone su ropa, pero de pronto, está todo regado y yo le digo "aliviánate, mi amor" y de volada arregla sus cosas, aunque a los dos días está igual. Pero son situaciones que hacen más rica la vida en pareja. Ella de repente se molesta cuando manejo un poco rápido, pero no pasa de la clásica discusión sobre el tráfico.

¿Qué fue lo más loco que hicieron?

Andrea: Un día nos amaneció sentados en la chimenea, eran como las seis de la mañana, había una tormenta y poca luz. De repente me dijo que saliéramos a mojarnos, teníamos pijamas blancas. Bajamos descalzos, nos agarramos de la mano, volteamos hacia arriba para que nos cayera la lluvia en la cara, y simulamos que nos casábamos, esta vez, ante la naturaleza. Eso fue medio loco, ¿no?

Erick: Una vez simulamos nuestra boda bajo una tormenta en la madrugada.

¿Qué pasa con el arte culinario?

Andrea: Cocino bien desde siempre, tenemos una pareja maravillosa que nos ayuda entre semana, pero los domingos a veces yo le cocino. El sabe hacer lo indispensable, no se muere de hambre, pero nunca se mete a la cocina. Es muy agradecido y cariñoso, de repente me dice: "sorpréndeme".

Erick: Me consiente muchísimo, normalmente entre semana tenemos quien nos cocine, pero...

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