Andar y Ver / La calle y la librería

AutorJesús Silva-Herzog Márquez

En el mes más corto han muerto dos personajes emblemáticos de la vida cultural norteamericana. Vidas que, desde vocaciones muy distintas, caminaron por el amplio arco de lo que ahí se conoce como "liberalismo". Hablo de Jason Epstein y Todd Gitlin, un editor y un activista. El primero se dedicó a estimular la conversación pública a través de la imprenta, el segundo a la protesta para cambiar la política.

Cuando, a principios de los años sesenta, una huelga en Nueva York dejó los puestos de periódicos sin diarios, Epstein se sintió impelido a reaccionar. Sentía que ese vacío era gravísimo para la vida de la ciudad. No le preocupaba que los neoyorquinos dejaran de enterarse de lo que sucedía en la política de Washington o que dejaran de registrar las tensiones de la Guerra Fría. Lo que le preocupaba al joven editor era que la huelga dejaba a la ciudad sin suplemento de libros. Eso era, para él inadmisible: la vida cultural dependía del debate y de la crítica que se animaba en esas páginas, de las reseñas que iban alertando a los lectores de las novedades, de las noticias y las controversias que se asentaban en esa sección de los domingos. Decidió fundar una revista que cubriera el vacío. Así nació The New York Review of Books, una de las publicaciones de mayor prestigio. La revista ha conectado desde entonces al mundo universitario con un público amplio, ha combatido la especialización académica que encierra los saberes para dar espacio a la ciencia y a la filosofía, a la crónica y a la poesía. Recuerdo que, en alguna diatriba antiyanqui, Régis Debray dijo que apenas salvaría un par de cosas de la cultura norteamericana: algunas de sus universidades y The New York Review of Books.

Epstein fue, como diría Enrique Krauze, un gran "empresario cultural". Pudo hacer compatible la erudición del académico, el gusto del editor y el sentido comercial. Quiso preservar, difundir, enriquecer una herencia literaria usando, para ello, todas las herramientas a su disposición. Fue un democratizador de la edición publicando clásicos en ediciones económicas, empleando las tecnologías que se iban desarrollando para llevar el texto hasta el lector...

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