Andan en la Luna
| Autor | Haydé Murakami |
¿Qué se necesita para llevar a tres moscas a la luna? Fácil: una pantalla gigante, un grupo de creativos especialistas en 3D, un montón de niños gritones que las animen... y unos lentes chistosos.
Con una inversión de 130 mil dólares, Papalote, Museo del Niño vuelve a lucir su flamante Megapantalla IMAX 3D con Vamos a la Luna, la primera película concebida y creada exclusivamente para disfrutarse en formato 3D.
Julio de 1969, Cabo Cañaveral. La misión Apollo XI está lista para partir. Nat, IQ y Scooter son tres jóvenes moscas que se atreven a soñar, so riesgo de ser "fumigadas", como les advierten los pesimistas de su comunidad. Su misión: conseguir un "ride" a la luna.
A partir de mañana, los niños chilangos serán testigos de tal hazaña, lograda gracias a la empresa belga Wave Pictures, líder mundial en producción y distribución de cine en 3D.
Ben Stassen, cofundador de la compañía y director de Vamos a la Luna, es un convencido de que la tercera dimensión está de vuelta para quedarse, y por eso decidió apostar por este proyecto creado con tecnología CGI (Imágenes Generadas por Computadora, por sus siglas en inglés) que no podrá verse en una sala tradicional.
Ya con el antecedente de éxitos taquilleros en 3D, como El Expreso Polar y Chicken Little, el creativo va poco a poco vendiendo la idea a inversionistas y grandes estudios de que la única razón por la que el formato 3D no se mantuvo con éxito en sus momentos "dorados" (entre 1952 y 1954 y luego a finales de los años 70) fue porque en aquel entonces la tecnología y la infraestructura aún estaban en pañales.
"Y el contenido es la clave. Necesitamos seguir diseñando y creando películas en 3D y sólo para su estreno en 3D. Ya todos los grandes estudios tienen un proyecto en puerta", ha dicho Stassen.
"El mayor reto que tenemos es a la hora de exhibir, pero también los cines están creyendo en esto y están invirtiendo en infraestructura a pesar de que la oferta de cintas en 3D aún es muy limitada. Sin embargo, que esto perdure dependerá de la habilidad que tengamos como cineastas y exhibidores para ofrecer una experiencia verdaderamente de inmersión 3D".
Se ve y se siente
Elegir el guión para la primera cinta "sólo para 3D" no fue tarea fácil, porque, a diferencia del cine 2D, que se disfruta racional y emocionalmente, esta película debía disfrutarse también físicamente.
Dos años después de comenzar la búsqueda por el guión perfecto, llegó Vamos a la Luna.
Escrita por Domonic Paris, esta...
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