Analizan mexicanos a la competencia

AutorMarcela Turati

REFORMA / Enviada

HONG KONG.- "Tarde" y como por goteo, comienzan a asomarse los empresarios mexicanos a China para tratar de averiguar por qué este país se convirtió en la fábrica preferida del mundo y qué posibilidades tienen de sobrevivir ante la carnicería que se empieza a sentir a nivel comercial.

Sus conclusiones no han sido muy alentadoras. "China en su situación actual en relación con la industria del mueble, representa más un riesgo que un área de oportunidad, sobre todo a corto plazo", fue una de las conclusiones a las que llegaron 30 empresarios de la Asociación Nacional de Fabricantes de Muebles de Nuevo León, que en marzo viajaron al sur de China, liderados por Lázaro Tamez.

La competencia va en serio: Mientras China vende en México 6 mil 274 millones de dólares en productos, México sólo comercia con este país 456 millones. Y parece ser que a corto plazo la situación no cambiará.

"Por cada 300 empresarios mexicanos que vienen a China a comprar sólo uno viene a vender. En cambio ahí ya están metidas las compañías de Francia, Italia, Alemania, Estados Unidos y hasta España, y en este momento, que yo sepa, no hay compañías mexicanas", dijo la representante de Bancomext en Hong Kong y China, Norma García.

La misión empresarial más importante de este año fue la que en marzo del 2002 hicieron estos regiomontanos, aunque a las continuas ferias de productos de Hong Kong y China, comienzan a registrarse de 200 a 300 mexicanos al año.

Sin embargo, a consideración de Benjamín Uribe, el asistente de la consejería comercial del Gobierno mexicano en este país, muy pocos son los empresarios que han reaccionado rápido y que vienen a conocer los secretos del gigante asiático.

"Necesitamos conocer a los chinos porque ellos sí nos conocen bien, nos han estudiado, y de México los empresarios generalmente vienen con la idea falsa de que China es una competencia desleal y de que los negocios aquí se hacen con trampas", advirtió Uribe, quien llegó hace 20 años a estudiar chino y ahora está casado.

"Tienen que venir a conocer chinos, enterarse de qué cosas les gustan para fabricarlas y vendérselas. Podemos venderles dulces, que les encantan; comida, materiales de construcción porque donde quiera están construyendo; usar nuestra experiencia en la industria automotriz o vender refacciones", agregó.

Uno de los empresarios asiáticos que sí ha estudiado los gustos de los mexicanos es Míster Hong, un coreano avecindado en Chicago, Estados Unidos, que tiene...

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