Ana Laura Magaloni Kerpel / Reconectar

AutorAna Laura Magaloni Kerpel

Tuve el privilegio de pasar unos días en la Selva Lacandona mirándola y sintiéndola desde la experiencia de quienes dedican su vida a que ese territorio prodigioso no desaparezca. Fui en el mismo grupo del que ya se dio cuenta en estas páginas. Para mí también fue un viaje que me cambió mi mirada respecto a la Lacandona y la urgencia de acciones de gobierno y colectivas que permitan su conservación.

Es espectacular el trabajo de Natura Mexicana con los ejidatarios y comunidades para que preserven la selva de su terreno ejidal y, a la vez, generen ingresos (distintos de la cosecha y la ganadería) con proyectos de ecoturismo. Fue increíblemente emocionante ver estos proyectos funcionando a la perfección y constatar lo que éstos significan en términos sociales y de políticas públicas de conservación en México.

Ojalá pudiésemos entender como colectividad la verdadera dimensión de lo que está en juego cuando hablamos de la conservación de la Lacandona. Es muy básico y fundacional: sin los otros seres vivos del mundo, los seres humamos nos sentiremos cada vez más huérfanos e incompletos. La conexión y disfrute de las distintas e increíbles manifestaciones de la vida en el planeta son parte intrínseca de la felicidad y bienestar de los seres humanos. La destrucción de los ecosistemas es un suicidio colectivo (a futuro). Y ese es el problema: "a futuro".

¿Por qué no deben desaparecer las 700 mil hectáreas de la Lacandona? Ese es el pequeño pedazo de selva que queda de lo que una vez fue un territorio selvático que abarcaba de Tamaulipas hasta Guatemala. En el lapso de cuatro décadas nos hemos devorado casi todo ese ecosistema. Esa selva es el hogar de una gran cantidad de especies animales y vegetales, muchas de las cuales son endémicas y no se encuentran en otros lugares del mundo. ¿Qué vamos a hacer para impedir que ese ecosistema desaparezca de la faz de la tierra?

Lo primero que aprendí en este viaje es la importancia que tiene mirar, apreciar y valorar la selva. Esa selva es una de las...

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