Ana Laura Magaloni Kerpel / Pobreza y justicia

AutorAna Laura Magaloni Kerpel

En una interesantísima TED Talk, Gary Haugen, un abogado defensor de derechos humanos, cuenta, con historias concretas de personas en distintas partes del mundo, la estrecha relación que existe entre la pobreza y la falta de instituciones de ejecución de la ley (policías y tribunales). Por ejemplo, Haugen reseña la historia de Venus, una mujer viuda de Zambia, que tuvo que ver morir a su hijo por falta de alimentos, porque, al fallecer su esposo, un señor que vivía en su comunidad la despojó de su casa y su tierra sin que ella pudiese defenderse. Venus y sus hijos se quedaron sin siquiera recipientes para transportar agua. O la historia de Griselda, una joven guatemalteca que recibió ayuda del gobierno para poder estudiar, pero sus sueños de prosperar a través de la educación se arruinaron cuando de camino a la escuela fue violada por varios jóvenes de su comunidad sin que la policía y el MP interviniesen para castigar a los responsables. Estas historias, entre muchas otras, según Haugen, ayudan a comprender uno de los elementos que explican el fracaso de las políticas de alivio a la pobreza en el mundo. Ninguna de esas políticas atiende un aspecto central de lo que significa la pobreza: vivir fuera de toda protección de la ley y, por lo tanto, no poder defenderse frente al abuso, la violencia o los actos ilegales de otros. No hay manera en que las personas y las familias prosperen desde esa orfandad jurídica.

Los resultados del informe del Coneval sobre la medición de la pobreza 2014 muestran claramente el fracaso de nuestras políticas de alivio a la pobreza. A pesar de todos los programas existentes, la pobreza aumentó de 53.3 a 55.3 millones de personas entre 2012 y 2014. La pobreza extrema prácticamente quedó igual: pasó de 11.5 a 11.4 millones de personas en ese mismo periodo. Estos resultados deben obligarnos a repensar el problema y a redefinir las políticas en este ámbito. Y creo que, siguiendo el argumento de Haugen, es indispensable que las políticas de desarrollo social atiendan la marginalidad jurídica de los millones de personas que viven en pobreza.

Hasta ahora los apoyos del gobierno en educación, alimentación, vivienda, salud, entre otros, son concesiones graciosas del Estado para las personas que viven en pobreza. Si...

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