Amy Adams: Dudar también vale la pena

AutorRosa Linda González y Eugenio Guzmán

Su rostro es la imagen viva de la inocencia.

Con sus ojos azules inmensamente abiertos enmarcados en un rostro pálido y armonioso, como de niña, seguramente que Amy Adams tendrá dificultades para separarse de esa aureola de ingenuidad que a la fecha la ha hecho famosa.

Pero pese a ese aire angelical, la primera pregunta que le hacen en todos los sitios a los que va la ahora nominada al Óscar como Mejor Actriz de Reparto por La Duda (Doubt, 2008), es sobre su trabajo en Hooters, un restaurante famoso por la poca ropa que deben llevar sus meseras.

"Eso de que fui mesera en Hooters ha sido muy exagerado; es una historia antigua que circuló en internet hace 10 años.

"Sólo lo hice por tres meses hace como 17 años y todos me preguntan sobre eso", dice en tono de reproche aunque sin dejar su sonrisa amplia y amable.

En La Duda interpreta a La Hermana James, una monja ingenua y confiada en el "statu quo", quien será la responsable de desa-tar el conflicto entre el Padre Flynn (Philip Seymour Hoffman) y la Hermana Aloysius (Meryl Streep).

Vestida de negro y rosa, y sin ningún maquillaje aparente, Amy luce como la chica buena y linda del barrio y que conste que su apariencia no demerita sus dotes de actriz, porque su trabajo en el filme dirigido por John Patrick Shanley, quien es también el autor de la obra de teatro original y de la adaptación cinematográfica, es memorable.

La Duda trata del escándalo creado por el posible abuso sexual a un estudiante negro de parte de un sacerdote católico, en el Bronx de Nueva York en 1964.

"Yo no considero ingenua a la Hermana James. Alguien que escogió ser monja muy joven tal vez para el mundo pueda ser ingenua, pero es que ella confía en los demás. No creo que sea tan poco común en aquel tiempo de grandes cambios en la Iglesia.

"Ella funciona desde el corazón, desde su alma y su fe. Creo que al final sí es definitivamente otra persona, no tan ingenua como confiada", explica con una voz suave y dulce.

Para Amy este personaje fue interesante desde que vio la obra de teatro en Broadway.

"Me encantó el personaje y me enamoré de la manera que fue adaptado para la pantalla. Trabajé mucho por el papel y ensayé durante tres semanas. Quería ser como la chica que impresiona en su primer día de clases, así que me sabía todas mis líneas, de hecho, las de toda la obra.

"La idea de trabajar con Meryl me parecía atemorizante, pero luego fue genial porque es una excelente compañera de trabajo; y si en algún momento me sentí...

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