Amparo de Garantías Promovido por el Cuerpo de Mandatarios de la 'Asociación de Hacendarios Henequeneros' contra el H. Congreso, el C. Gobernador y el Contador Mayor de Hacienda del Estado. (1ª Parte)
SEÑOR JUEZ DE DISTRITO:
Los suscritos, con nuestro triple carácter de Productores Henequeneros, de Representantes legítimos de la Asociación de Hacendados Henequeneros y de mandatarios de los mismos productores, mayores de edad legal, en el pleno ejercicio de nuestros derechos civiles y domiciliados en esta ciudad de Mérida, en la casa número 495 de la calle 56 de esta ciudad, ante usted comparecemos a exponer, muy respetuosamente, lo que sigue:
Que en ejercicio de nuestros derechos legítimos, atrozmente desconocidos, combatidos y conculcados, venimos con la triple personalidad que ostentamos, a promover el presente juicio de amparo de garantías presentando esta demanda, que pasamos a formular en los términos que a continuación se expresan.
El ostensible y tenaz procedimiento arbitrario que la Comisión Reguladora del Mercado de Henequén, al amparo protector del Ejecutivo del Estado, viene realizando ha tiempo en contra de los cuantiosos intereses confiados a su manejo y cuidado, ante los ojos atónitos de la culta sociedad yucateca y contra la voluntad manifiesta y abiertamente contraria de los señores hacendados productores de henequén, cuyos grandes intereses compromete y peligra ya muy seria y hondamente, hace colmar hoy la copa en que a diario se han venido conteniendo y acallando los clamores de Justicia de esa importante clase socia1 (en los últimos tiempos la más enconadamente perseguida y castigada con excesivo rigor, con linde a la humillación), y rebasando su paciencia inconcebible los límites de la serena prudencia y mejor forma compatible con la dignidad herida, no encuentra ya otro camino expedito y eficaz para detener el abuso y combatir o refrenar el atropello y violencia sin límites que acudir a la justicia federal para amparar las garantías individuales más elementales y explícitas de nuestras flamantes constituciones políticas, local y federal, que contra todo el respeto y decoro que se debe al ciudadano, no ya como dueño o coparticipe de esos cuantiosos intereses, sino como simple miembro de la raza humana, desconoce y escarnia violenta y despóticamente esa Institución henequenera, un bello día creada, si bien como organización defectuosa y aun funesta, sin embargo, con altos fines y nobles propósitos encaminados a salva guardar y hacer...
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